Ojos delatores

7 2 0
                                    


—Te ves raro.

Llegué a mi casa aun con las ganas de seguir con Naomi.

—¿Ah?

—Sí, tus ojos —dijo mi madre con voz misteriosa.

¿Tenía algo en mis ojos?

—¿C-Cómo?

Después de una pequeña pausa y un silencio, mi madre prosiguió:

—Sí, definitivamente es una chica.

Las madres al parecer tenían superpoderes.

—No, mamá, cómo crees...

—Estoy convencida. —Tomó un sorbo de su té de yerbas. —Tu padre también tenía esos ojos cuando me miraba.

Mi padre casi nunca estaba en casa, viajaba constantemente por temas de su trabajo como distribuidor de las almohadas más cómodas del país, sin embargo, siempre encontraba el tiempo para compartir con nosotros unas buenas vacaciones de verano y un par de días en las festividades de invierno, aunque aún faltaba tiempo para eso.

—Nunca pregunté, pero, ¿papá era muy romántico?

—¡Acerté! —respondió emocionada—. Mira, me alegra que lo preguntes, tu padre me miraba, así como tú ahora, cuando estábamos en secundaria, pero tuvimos nuestra primera cita un año antes de graduarnos de la universidad y su mirada era la misma, así que por eso supe que era el hombre adecuado. Nunca hizo nada extraordinario antes de que fuéramos pareja, no buscó impresionarme con regalos o halagos exagerados, se dedicó a escucharme y a entenderme.

Luego mi madre suspiró con algo de nostalgia.

—Aunque no lo creas casi me hago novia de un chico que era todo lo contrario a tu padre, disfrutaba de más su juventud, pero en algún punto se tornó violento y me gritaba cuando hablaba con mis amigos. ¡Se convirtió en un fastidio!, mientras que tu padre sin entrometerse en mi vida se acercaba de a poco.

No era una respuesta que esperara, pues la relación con Naomi era diferente, ¿volver con quien fuiste feliz era lo adecuado, así fuese que por azares del destino se hubiesen separado?

—Entiendo, mamá.

—Tu padre solo fue romántico cuando vi en él un hombre tranquilo y comprensivo, además de que se lo hice saber. Desde ese momento me regalaba cosas de comer a escondidas de mi padre para que no me prohibiera salir de la casa e incluso fuimos varias veces al cine a besarnos y a ver un poco lo que proyectaban.

—Demasiados detalles, mamá.

—¡Y eso que no mencioné la vez que estuvimos en el coche-

—¡¡¡No quiero escuchar eso!!!

Mi madre era una mujer bastante tradicional; dedicó su vida a las labores de la casa y a su familia. Pudo haber ejercido como bióloga en un centro de investigación de la universidad por su buen rendimiento académico, pero decidió casarse con mi padre.

Subí a mi cuarto antes de que mi madre diera más detalles de su vida amorosa, al llegar, vi que mi mejor amigo Daiki Iwasaki estaba conectado a la red social "Mychat", así que lo saludé, ya que hace un par de semanas no hablábamos. Él estaba en una competencia de basketball en otra ciudad, por lo que no quise interrumpir su entrenamiento ni su concentración en el torneo.

No recibí respuesta, entonces me quedé pensativo en la cama, rememorando lo que había vivido con Naomi ese día, al punto que me quedé dormido sin darme cuenta.

En la noche me despertó el sonido de llamada entrante del celular, era Daiki, así que aún adormecido le contesté.

—¿Hola?

Mi corazón en tu bocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora