Pequeños y eternos corazones

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En las clases siguientes Ichika estuvo distante, seguía con su sonrisa, pero ni ella ni Emi, me habían dirigido más que unas palabras de saludo, inclusive hubo un momento tenso en el que tuvimos que hacer una especie de competencia para hacer la mayor cantidad de grullas posibles, evidentemente con buena técnica y precisión. No fue mi mejor desempeño porque estaba desconcertado, ni es importante tan siquiera recordar cuantas grullas pudimos hacer.

—En la próxima será, Tatsuki-kun, Emi-chan.

Siempre sonriendo y hablándome con buen tono, pero hasta ahí, de hecho me sentí peor cuando no me dijo "azulito", no entendía qué había hecho mal, ¿habrá sido no recibirle ese bocado del Ramen en la casa de Emi?

Tuve que reunirme con un profesor para hablar sobre unas posibles prácticas que podría llevar a cabo en una empresa con la que tenía contactos. No vale la pena decir mucho sobre eso, solo que debía presentarme a la entrevista lo más puntual posible y estar seguro de mis respuestas, respetando la posición de los entrevistadores y sin darle vueltas innecesarias a las preguntas.

Le conté por chat a Daiki un poco como me fue en la conversación con mi profesor, mientras daba un paseo a pie en los sitios cercanos a la universidad:

«Cuéntame más sobre eso Tatsuki, debo empezar a preocuparme por eso, aunque aún me falten dos años para terminar»

«Eso te pasa por desconcentrarte y dedicarte a la vida alegre, eres como mi yo adolescente, urgido y con la mano llena de pelos»

«No me arrepiento mucho que digamos, el gran Daiki se volvió un profesional con las mujeres, no soy solo un hombre calenturiento, también hago deporte»

Ya que Daiki hablaba sobre mujeres recordé mi problema, entre muchas comillas con Ichika.

«Ya que hablas de mujeres, qué harías para contentar a una mujer?»

«Bah, que demonios le hiciste a Naomi? No se te levantó? Eso ya es causa perdida»

«No, aunque gracias por despertarme un nuevo miedo, te lo agradezco»

«Ya, ya, no vayas a llorar, entonces qué te pasó? No me digas que»

«Es con Ichika»

«Hasta le dices su nombre sin más, entonces no se te levantó con ella? No te culpo es difícil hacerlo con una chica como ella»

«Podrías dejar de pensar en sexo? Existen otros problemas aparte de esos, sabes?»

«Vale, Vale, pero deja de dar vueltas y dime, no quiero otro sermón, la última chica me tuvo dos horas más de lo esperado por eso»

Apenas levantaba la mirada para pasar los semáforos, en eso, le conté todo lo necesario a Daiki para que me ayudara.

«Eeeh, ya veo, está celosa»

«No creo, sería más evidente su reacción, más posesiva, no?»

«Quizá, aunque espera, ella supo que tu saliste con Naomi?»

«Negativo»

«Me temo, amigo mío que tal vez ella te siguió»

El mundo se me había caído encima; si resultaba cierto que Ichika me vio abrazado a Naomi, debió sentirse engañada y si eso es así, ya no solo defraudaría su confianza, sino que la teoría de que yo le gustaba era totalmente verdadera.

«No inventes, que se supone que debo hacer entonces?»

«Llorar, ir a beber unas cuantas cervezas, ir a un sitio alegre, hay muchas opciones»

«Te lo digo enserio, Ichika no se merece que le haya mentido después de lo que hemos hecho juntos»

«Va, me gusta que vayas reconociendo cierto gusto por ella, pues háblale, sin miedo, eso hago yo con todas»

Mi corazón en tu bocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora