Mi corazón en tu boca

Un último mensaje

Querido Tatsuki-kun:

Espero estés gozando de la vida y de los grandes amigos que has hecho por el camino. Quizá no leas esta carta con la última actualización que debí hacerle y entonces habrás entendido el porqué digo esto. ¡Y sí! Sufro la misma enfermedad que mi abuela, el día que nos conocimos por segunda vez me hice un control matutino. Sí, leíste bien, segunda. Aunque esto te lo diré más adelante. No tuve las suficientes agallas para confesártelo, a ninguno de ustedes, de hecho. No sé cuánto tiempo me quede de vida, así que pensé que era algo intrascendente y lo mejor era sonreír lo más que podía junto a ustedes. Sin embargo, en estos días hiciste algo que rompió con muchos de mis temores, lograste que pudiese aceptar mis sentimientos y tuviera la posibilidad de expresarlos sin sentir que eran una molestia para alguien. Eso te lo agradezco profundamente. ¡Cuánto llevamos de carta! Y eso que aún me faltan muchas cosas por decir. 

Te habrás preguntado por qué te dije que me salvaste otra vez, es que ¡este año no es el primero que nos vemos! Estudiamos juntos cuando éramos niños, casi adolescentes, y por supuesto no podía olvidar al chico que salvó mi corazoncito con un beso lleno de energía y amor. Supe que eras un hombre diferente cuando a una simple desconocida le decidiste mostrar tu parte más humana, porque si algo he entendido junto a ti es que en los momentos felices cualquiera está, pero en las dificultades, cuando todo se tuerce, cuando todo el universo parece ir en tu contra, cuando ya no resistes más y muestras tu parte más débil, todos se alejan en manada. Estuve al borde de dejar a mi abuela y mi madre solas, pero fuiste tú quien, con mi corazón en tu boca, lograste darme muchos años más de vida. Después, mostrando de nuevo tu valentía y un poco de estupidez he de decirlo, te sacrificaste para darme aún más tiempo de vida, por eso no me recuerdas, lastimosamente olvidaste todo en ese accidente. Cuando al fin te volví a encontrar, traté de mostrar mi mejor cara, además de intentar ganarme tu corazón como tú lo hiciste con el mío. 

Te quiero llenar de amor con todos los actos que pueda, quiero que te sientas vivo, que puedas sonreírle a cada dificultad sabiendo que siempre estaré a tu lado. Me quedo un poco más tranquila al saber que estás rodeado de personas maravillosas que aún tienen mucho por aprender, pero que a tu lado no dudo que lo harán. Con todo esto, creo que va siendo la hora de despedirme, Tatsuki-kun. Cada mensaje, palabra, beso en el pecho, abrazo y momento que compartimos me lo llevaré en lo más profundo de mi mente, de mi alma y de mi corazón. Vive mucho y sigue siendo la maravillosa persona que has sido hasta ahora. Con todo mi cariño y mi amor, 

                                                                                                                                                                                         Ichika.