D̶O̶N̶T̶ T̶O̶U̶C̶H̶ M̶E̶ - [𝘊𝘏𝘈𝘌𝘕𝘕𝘐𝘌]

𝚌𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚍𝚒𝚎𝚌𝚒𝚜𝚎́𝚒𝚜

"𝙽𝚘 𝚊𝚗𝚍𝚎𝚜 𝚙𝚛𝚎𝚍𝚒𝚌𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚌𝚊𝚕𝚞𝚖𝚗𝚒𝚊𝚜 𝚑𝚘𝚖𝚘𝚏𝚘́𝚋𝚒𝚌𝚊𝚜".

Despertarse a la mañana siguiente con un fuerte dolor de cabeza en una cama vacía dejó a Jennie sintiéndose absolutamente abatida. Recordaba la mayor parte de la noche, aparte de unos breves segundos que simplemente no podía recordar, pero sí recordaba los moretones que cubrían el tonificado cuerpo de su novia y las cicatrices que le hacían hervir la sangre. 

Entonces, cuando encontró la cama vacía, automáticamente asumió lo peor. Por supuesto que ChaeYoung se fue, ¿por qué no lo haría? Ella acababa de revelar algo enorme de su vida y no quería que Jennie hiciera un gran escándalo al respecto, pero la coreana había hecho exactamente eso. Parte de Jennie sabía que ChseYoung que la alejaría después de los acontecimientos de la noche anterior. Sabía que, como ChaeYoung amaba su privacidad, le gustaba ser misteriosa. 

El dolor de cabeza no ayudaban a su ya sombrío estado de ánimo y mientras intentaba sentarse, no se sorprendió al sentir una punzada de dolor atravesar su lóbulo central. Sus ojos recorrieron toda la habitación, faltaba toda la ropa de ChaeYoung y los pantalones cortos que había tomado prestado la noche anterior estaban cuidadosamente doblados al pie de la cama. A su lado, sin embargo, Jennie encontró dos tabletas muy familiares al lado de un vaso de agua. Sin pensarlo dos veces se lo tragó con la esperanza de que la liberarán del dolor de cabeza más temprano que tarde. 

—Winnie, ten cuidado. – la cabeza de Jennie instantáneamente se disparó hacia su puerta cerrada con el ceño fruncido. — Haz silencio ¿vale? Puede que todavía esté durmiendo. Dios sabe que la chica puede dormir. 

Y entonces la puerta de la coreana se abrió y cuánto más se abría, más fácil entraba MinJeong a la habitación con una bandeja. La Kim menor caminaba con tanta vacilación, un pie lentamente delante del otro y mirando a ChaeYoung de vez en cuando para su aprobación. 

A Jennie se le puso la piel de gallina por todo su cuerpo mientras veía a ChaeYoung guiar a su hermana pequeña a su cama con la bandeja del desayuno tambaleándose de vez en cuando. 

—Estás despierta. – dijo ChaeYoung cuando miró a su novia con sus ojos llorosos. 

—Estás aquí. – Jennie se mordió el labio para evitar que temblará y se inclinó cuando MinJeong estuvo lo suficientemente cerca para quitarle la bandeja a la niña de seis años. 

—¿Dónde más estaría? – ChaeYoung se inclinó sobre Winter mientras Jennie levantaba la cabeza y le daba a su novia un suave beso de buenos días. — Hablamos de todo un día, ¿verdad? Vamos, Kim, ¿dónde tienes la cabeza? 

—Pensé que te habrías ido. – la chica mayor de ojos marrones murmuró una vez más mientras ChaeYoung levantaba a MinJeong para que subiera a la cama.