𝚌𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚜𝚎𝚒𝚜

300 45 3
                                    

𝙻𝚞𝚓𝚞𝚛𝚒𝚊.

Ahora bien, ChaeYoung no era exactamente buena con sus palabras, y nunca las encontraba como lo hacían los poetas como Robert Frost o dramaturgos como Tennessee Williams

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ahora bien, ChaeYoung no era exactamente buena con sus palabras, y nunca las encontraba como lo hacían los poetas como Robert Frost o dramaturgos como Tennessee Williams. 

Entonces, pedirle a ChaeYoung que expresará adecuadamente lo que estaba sintiendo, aunque también era algo extraño para ellas, en palabras… bueno, eso era pedir demasiado. Y es por eso que se alejó de Jennie luego de su confesión a la otra chica.

Y Jennie prácticamente había previsto eso al notar el enfoque brutal de ChaeYoung ante lo vida, por lo que no se sintió tan ofendida cuando la chica de cabello plateado se escabulló. 

Estaba confundida, sí. 

Pero no ofendida. 

Aunque Jennie también estaba paralizada. A pesar de su inexperiencia en todo lo relacionado con el romance, nunca consideró el que le gustará alguien de su mismo sexo. Nunca había mirado a una chica y había pensado: “¡Guau!” aunque, claro, admiraba su belleza, pero nunca se había sentido tan impresionada por ella. Y sí, eso cambió en el momento en el que ChaeYoung se dió la vuelta ese primer día que se conocieron, Jennie había sido tomada por sorpresa por lo verdes que eran los ojos de ChaeYoung… pero eso no justificaba el tener que darse un título, ¿verdad? 

¿Incluso necesitaba un título? 

Sólo había besado a una chica una vez, seguramente podría descartarlo como un experimento y continuar con su normal y heterosexual vida. 

Excepto que no pudo, porque el beso se repitió una y otra vez en su cabeza hasta que se mareó y se desplomó contra la pared en busca de apoyo. 

El beso fue todo lo que había imaginado que sería su primer beso. 

Los fuegos artificiales se encendieron y su estómago se revolvió de la manera más gloriosa posible y Jennie fácilmente podía llamar a ChaeYoung una besadora increíble, menos el ligero gusto a nicotina, pero no iba a pensar demasiado sobre eso. 

Y mientras se llevaba la mano a los labios, sintió un ligero cosquilleo y notó lo hinchados que estaban, porque besó a una chica. 

Porque una chica la besó. 

Y ambas les gustó. 

ChaeYoung, por otro lado, no podía creer que le había confesado sus pensamientos internos a Jennie. Simplemente no podía entender como la chica se había introducido tan fácilmente en la mente de ChaeYoung y distorsionado cualquier sentir que la ojiverde hubiera tenido alguna vez. 

D̶O̶N̶T̶ T̶O̶U̶C̶H̶ M̶E̶ - [𝘊𝘏𝘈𝘌𝘕𝘕𝘐𝘌]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora