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Capitulo 3-Lydia.

Después de unos minutos llegamos a una mansión y no sabía si me iban a hacer un daño peor, estaba atada de pies a cabeza no sabía cómo moverme pero alcé la mirada hacia arriba y me encontré con el cuerpo enorme de Damián, me rodeó con sus manos mi cintura y me levanto pudo mi cuerpo contra la parte superior de su hombro y con una mano me agarraba de la cintura para no caerme, mientras que con la otra me agarro el culo y solté un gemido, ¿Por qué gemir? , me estaban secuestrando y aún así sentía una emoción por mi cuerpo, él se dio cuenta y jalo de mi pelo hacia atrás y me bajo al suelo y tomo mi nuca y me acercó a sus labios.

-Entonces a la niña le gusta que la toqué. -

No respondí al instante cuando bajó su mano hasta mi vestido y comenzó a acariciar mi muslo hasta subir un poco a mi zona íntima, sentí uno de sus dedos tocar mis bragas y intentar arrancarlas, sus dedos eran largos y sentía como subían más, solté otro gemido. Cuando mire sus pantalones note una erección entre ellos, él se dio cuenta que lo miraba y alejo sus manos de mis muslos .

-Estas tan mojada, pero no puedo hacerte nada por ahora, en cuanto estés mas tranquila tomare tu lindo culo y pondré mi lengua en tu vagina hasta que gimas de placer y te corras.-

Sus labios estaban cerca de los míos, podía escuchar su respiración fuerte en mi cara, no me podía mover pero la sensación anterior me hizo querer tener más de él, mis piernas estaba temblando y mis bragas mojadas, me jalo de la cintura y me puso contra sus piernas y me acorraló contra la pared, abrió mis piernas y bajo su pantalón , me apoyo contra su verga la cual aun tenia sus boxers, solté un gemido cuando su erección estaba en mi entrada, bajo su mano y me arrancó las bragas y las arrojó al suelo, saco su verga y la apoyo en mi vagina, entró con cuidado para que se ajustara a su tamaño pero sentía dolor y exitación a la ves, me jaló de la nuca y hundió mis labios con los de él, era un beso apasionado pero con deseó, su lengua choco con la mía y me hacía gemir.

Jalo de mi cintura y hizo que su verga entrara hasta el fondo de mí, me hizo saltar en su verga, no tenía de que agarrarme y mis piernas estaban temblando, alejo sus labios y los puso en mi cuello.

-E-espera.- Gemí fuertemente mientras el aumentaba el ritmo en mi vagina, ¿De cuál era su tamaño?, me dolía pero disfrutaba al mismo tiempo.

-Dime que quieres más, di que eres mi puta - Me susurró al odio mientras aumentaba el ritmo, su verga entraba y salía haciéndome gemir con mayor fuerza, mis ojos se llenaron de lágrimas por el dolor y la excitación que sentía.

-S-soy tu puta... más rápido ¡Soy tú puta que puedes tomar cuando quieras!- Solté un gemido tan fuerte que rebotó en la cochera.

-Estas tan apretada, correte para papi- Me dijo mientras ponía sus manos entre mi cuello y metí su verga hasta el fondo. -No seas mala cariño, correte para papi cómo la puta que eres.-

Estaba alimentando el ritmo y sentía que me iba a morir, su verga era muy grande y me lastimaba cada vez que entraba, logré desatar mis manos y le clave mis uñas a su espalda.

-D-duele... más lento

-No lo haré hasta que te corras por completo.

Sin decir nada lo abracé y sentía que me corría, solté todo de mi y el me siguió el pasó, soltó todo dentro de mí y se rio. Sentí mi cuerpo temblar y mientras apuñalaba mis uñas contra su espalda me corrí solté todo de mi.

-Buena niña.- Me dijo con una risa y me soltó, me acomodó el vestido y se puso sus pantalones. -Debo llevarte adentro.-
Me cargo otra vez poniendo mi cuerpo en su hombro, la cochera estaba más sucia que nada y abrió una puerta adentro estaba mi hermanó atado a un tubo no veía a mi papá por ningún lado, pero mi hermano mostraba irá en su cara y ojos estaban rojos .

-¡Si te atreviste a tocarla!- Gritó mi hermano enojado hacia Damián. -¡La violaste cabron de mierda!-

-Claro que no, no seas dramático , jamás tocaría a la señorita Wonderwall.- Damián me bajo al suelo y me ato al lado de mi hermano.

-Si me entero que le tocaste un solo peló, juro que te mató.-

-¿Piensa matarme?, Niño soy un caníbal, quiero ver que lo intentes.

-Lo haré en cuanto me liberé.

-Si no fuiste capaz de advertir a tu hermana de esto entonces niego que me puedas matar.

-¿Advertir?- Pregunté y mire a mi hermano con la boca abierta.
No, no. Ahora no por favor dígame qué es una broma lo que dicen.

-Vamos, dile lo que realmente encontraste en ese portafolio en la oficina de tu papá-. Damian exclamó.

No tardo mi papá entrar al cuarto con un traje negro y corbata roja, el pelo despeinado, ¿Qué estaba pensando? No me digan qué. No, no.

-Perdoname Lydia, perdón por no ser un buen hermano.-
Las palabras de mi hermano resonaron por mi cabeza varias veces y me di cuenta de lo que pasaba, mis ojos se llenaron de lágrimas, me habían vendido, no sólo mi hermano, mi hermano que jugaba conmigo a las princesas y me cuidaba siempre en la escuela, mi hermano que me había protegido desde que era una niña , pero también alguien más mi papá, el cual me ayudó con todo en mi vida, él que me consintió hasta lo mas mínimo y me cuido cuando mamá falleció, no él no, mi papá no.

-P-papá.-

-Lo lamento, este dinero no se puede pagar sólo.- Mi papá ser acercó a mi cara y me acaricio el pelo.-Recuerda que te amó.-

Desataron a mi hermano y lo jalaron a la salida, en ese momento no puede ver la cara de mi hermano estaba con la cabeza agachada evitando mirarme, ¿Por qué él?, Salieron de la sala y intenté levantarme con miedo.

-¡Esperen!- Grite con miedo mientras mis mejillas se llenaban de lágrimas, no termine de hablar y sentí unos brazos rodearme por detrás y cubrirme la boca.

-Callada, si te oyen llorar te irá 10 veces peor.- Damián me limpió las lágrimas con cuidado de no hacerme daño . -Yo te voy a cuidar, me dejaron a tu cuidado.-

Me deje limpiar las lágrimas y me apoye en su pecho mientras lloraba, ¿Por qué? , me dejaron a mi suerte con secuestradores que podían ser mafiosos, asesinos, violadores, caníbales... Damián, era un caníbal el mismo lo dijo, me aparte de él y estaba asustada él sería capaz de comerme.

-No te comere, no como gente inocente, te tendré a mi lado para protegerte.- Me levanto de mi cintura y me acomodo en su regazo, bajó sus manos hasta mi vestido y lo levanto, acarició mis muslos poco a poco hasta llegar a mi zona íntima y colocó sus dedos en mi pliegues y fue metiendo sus dedos poco a poco haciéndome gemir.
-Shhh, no hagas ruido, te va a gustar.-
Continuo dándome un masaje en mi zona íntima mientras yo gemía....

ACOSÓ ENTRE LAS SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora