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                                 Luna.

¿Cómo se llama? ¿Qué haces en las noches cuando no puedes dormir? Las veces que deseas desaparecer, cuando no quieres vivir pero cuando llega el momento te das cuenta que no quieres morir o aveces no es así, haz lo que quieras al final nadie se va a preocupar por ti, serás de esas personas que se irán del mundo y nadie te recordará.

Junio 9. ¿Puedes conocer la paz con una sonrisa?

                               ★★★

Encontré el departamento donde se ospedo Lydia, toque la puerta un poco nerviosa, tenía una camisa oscura con un estampado de nirvana, unos shorts cortos y oscuros al igual que mis botas, mi cabello rubio medio desordenado, tenía sueño y no quería estar aquí.

La puerta se abrió y mire a Lydia, una chica de ojos cafés con pelo marrón y piel medio morena, era linda muy linda, llevaba puesto un sostén y sus bragas, sentí que mis mejillas se tornaron rosas por la sorpresa.

—¿Te puedo ayudar?— Me dijo mostrando una sonrisa amable.

—Emmmm... Hola soy Luna y pues, mi familia llegó de vacaciones y pues como no tengo a nadie con quién socializar me dijeron que había una chica de mi edad aquí, que tal vez podria hablar con ella... Y...— Ya no pude decir nada, seguía nerviosa y más por esta chica linda que parecía ser un ángel.

—Ya veo, bueno pasa.— Me sorprendió lo rápido que accedió, entre a la habitación y estaba con la tele encendida viendo "Los 100" , en su cama tenía comida chatarra. —Soy Lydia, Lydia Wonderwall¿ Y tú?—

—Ah... Soy... Luna,Luna Gray.— La verdad era mi apellido real, me cambiaron el apellido por el nombre del esposo de mi mamá.

—Lindo nombre, bien siéntate y cuéntame ¿Qué te gusta hacer? — Se acostó en la cama y metió en su boca un duro.

Me acerque y me senté a su lado, era linda y amable, ella es mucho para mí hermano.

—Pues, me gusta bailar y ir de fiesta, algo normal supongo ¿Y tú?— Le dije.

—Soy diferente, me gusta estar en casa o en dónde sea leyendo libros o mirando una series. — Me sonrió y me dió un duro.

—Bueno y ¿Sales con alguien?—

—Si, se llama Damián y es muy bueno, seguro te va a agrandar, solo que no está ahora se fue a trabajar en una que otra cosa.— Claramente no me iba a decir que su futuro esposo era un asesino y mafioso pero éramos iguales, podíamos vivir al rededor de muerte y jamás nos daría miedo.

—¿Quieres salir? Hay un bar aquí cerca.— Le dije sin pensar dos veces, no pensaba llevarla con mi hermano, era muy linda y posiblemente sería una buena amiga.

—Claro, vamos ¿Tienes vestidos?— Se levantó y abrió un cajón, saco un vestido rojo vino oscuro y me lanzó uno color oscuro.

—Vaya, que lindos.— Me quite la camisa y los shorts.

Lydia miro mi cuerpo por unos segundos y se rió, se dió la vuelta y se puso el vestido después de un rato tenía el vestido puesto y se veía bien, me puse el mío y me mire al espejo intentando cerrar el cierre de mi espalda.

—Dejame ayudarte.— Lydia se acercó y me ayudó con el cierre por la espalda, me mostró una sonrisa y sentí mis mejillas ponerse rosas.

—Gracias.— Le dije en voz baja y me mire al espejo.

Lydia solo me dedico una sonrisa y tomo su bolso, se puso un poco de perfume y me jaló del brazo para salir de la habitación, después de unos minutos estábamos afuera del bar las luces net color rojo vino y negro brincaban entre la fiesta y se escuchaba la música muy fuerte.

ACOSÓ ENTRE LAS SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora