8-Feliz cumpleaños.

350 19 6
                                    

Pase la noche con Damián entre sus brazos, los brazos que me hacían querer llorar, los brazos que me devolvían a mi niñez , la de una niña que solía correr a los brazos de su padre entre lágrimas, aún que ahora no corro a los brazos de mi padre, si no mas bien corro a los brazos de Damián.

Con él talvez entendí que el amor no es lindo de todos los modos, no conozco bien a Damián , casi no se nada de él, pero su amor es como una rosa, es lindo a primera vista pero si la intentas tomar entre tus manos sus espinas te lastiman.

Y con todas mis fuerzas pido por favor, por favor que (★Ojalá, ojalá algún día me abraces fuerte antes de dormir y me beses con fuerza y pasión esos labios que me dan una seguridad en mi vida, miro tus ojos me reflejan amor, un amor que seguramente me inventé yo.★)

Buenos días.— Damián acarició mi mejilla y me dió un beso en la frente, su mano había dejado de sangrar en la noche a las 4 de la mañana, no pude dormir por el miedo que sentía.

—Buenos días.— Dije y lo mire a los ojos con sueño, su sonrisa era linda y me daba tranquilidad aún que no me sacaba de la mente lo que pasó ayer en la noche, Damián con su mano herida y su hermanó, dios debe ser horrible sentir eso. —¿Cómo sigues de tu mano?— Le pregunté, acerque mi mano a su mejilla y la acaricie con suavidad, su piel era muy suave.

—Estoy mejor ahora, muchas gracias mocosa.— se levantó de la cama y camino hasta un cajón con cerradura de llave, levanta la vista y vi que saco algo. —Feliz cumpleaños mocosa.— Abrió la caja y me mostró un collar de oro con la forma de el planeta Saturno en ella, mi planta favorito pero ¿Cómo lo supo? Nunca me eh tomado el tiempo de hablar con él de mis gustos.

—Gracias.— Tome el collar y me lo puede con cuidado. —Pero ¿Cómo sabías? Bueno que era mi planeta favorito?—

—Bueno estudie tus gustos y...— lo mire a los ojos con sospecha y él sólo me soltó una risa nerviosa.—Bien, le pedí a Mikhael que investigará tus gustos y me mandó la información por teléfono.—

—Mmmm, no se sorprende realmente ya me lo esperaba, pero bueno, gracias por el regalo Damián.— Rodee los ojos a otra dirección donde estaba un ramo de rosas grandes y unas cajas de regalo, una con tela rosa y otras con el color rojo vino, unas pequeñas y otras grandes. —¿Qué es eso?—

—Cajas ¿Estás ciega?— Susurró con su voz de sarcasmo.

—Estoy miope pero tampoco soy idiota.— Me levanté y camine hacia las cajas, abrí una con ropa interior de victoria secret color rojo oscuro y unos condones con diseño de Hello Kitty. —¿Eh?— Solté un gruñido medio ahogado, no me sorprendió pero tampoco esperaba eso.

—Oficialmente tienes 18 mocosa, ahora. — Se me acerco y me sonrió. —Ponte en 4 , te voy a follar hasta que llores para que pare.—

—Estas loco.— Aguardé las cosas en la caja y las puse encima de la cama. —Hoy no quiero, es mi cumpleaños y necesito descansar.—

—Bien , entonces tengo otro regalo.—

—No pienso mamarte el pen.— Mire a sus brazos que sostenía un Golden retriver cachorro con un listón rosita en forma de moño en su oreja. —¡Ahh! Que lindo.— Me acerque y tome el perrito entre mis brazos.

—Sabia que te gustaría mocosa , ¿Cómo se va a llamar? — Se acercó y me acaricio la mejilla mientras sostenía al cachorro entre mis brazos.

—Se va a llamar Blaqui.— Dije con una sonrisa y le acaricia las orejas al cachorro.

—Bueno, es muy infantil el nombre ¿No? —

—Tenias que cagarla, déjame es mi cachorro.

—Sigueme hablando así y te follare la boca hasta que aprendas a comportate.— Me jalo de las mejillas y me dió un beso apasionado en los labios, continúo deslizando su lengua entre la mía y acariciando mis mejillas para después poner sus manos entre mi cabello , solté a Blaqui en el suelo y se fue corriendo al baño a buscar un juguete.

Damián me tomo entre sus brazos y me acostó en la cama mientras devoraba mis labios, su lengua siguió explorando mi boca , solto un gruñido y me jalo contra en acomodando me en su regazo, se alejo de mis labios y bajo su lengua desde mis labios hasta mi cuello donde lo beso y mordia ligeramente.

Ahogue un gemido mientras ponía mis manos al rededor de su cuello y me tiraba para atrás, bajo sus manos hasta mi short de pijama y acarició suavemente mis muslos, subió sus manos hasta el fondo de mi muslo y me comenzó a acariciar mi zona v , metió sus dedos en mi short y continuo acariciando con cuidado.

—Dios, mierda... Ah— Solté un gemido fuerte, dejo mi cuello y volvió a besar mis labios, podía ver el bulto que se le formaba en los pantalones y deslicé mis manos desabrochando su cinturón con habilidad, me empujó en la cama y choco sus caderas con las mias sosteniendo su bulto entre mis piernas.

—¿Lo quieres no? Quiero que ruegues por él.— Continuo dirigiendo su bulto entre mis piernas.

—Lo quiero, por favor dámelo, Damián.— Le dije mientras mis ojos solo miraban su bulto y soltaba un poco de saliva entre mis labios.

—Que linda, mírate hasta sueltas baba como una perra. —Me jalo del pelo y me puso boca abajo, agarro mi trasero y bajo mi short, saco su polla y la puso entre mi entrada con mi ropa interior.

—Damian, por favor.— Le dije entre lágrimas, lo deseaba, necesitaba que lo hiciera conmigo hasta dejarme llorando, lo quería pero le gustaba provocarme para después follarme, no me gustaba esperar tanto tiempo, me estaba palpitando algo y no era exactamente el corazón.

—Estas tan desesperada, pareces una niña pequeña pidiendo su paleta de corazón. — acercó sus labios en mi oreja y soltó un gruñido. —Apenas estamos empezando y ya estás mojadita.— Me quito mis bragas y puso su polla en mi entrada, la comenzó a frotar levemente haciéndome soltar gemidos.

—Por favor Damián...— Dije y lo mire, metió la punta y solté un gemido, quería que ya lo metiera, pero la saco y lo mira con decepción. —¿Por qué?— Dije con tristeza.

—Tu me dijiste al principio que no querías mocosa. —se subió la cremallera de sus pantalones y lo mire con tristeza.

—Pero, ya me provocaste , termina lo que inicias te.— Le dije con decepción. —Eres malo.—

—Entonces usa esto.— Me lanzó un vibrador y camino hasta la puerta. —Suerte.—

Se fue de la habitación y me quedé mirando el vibrador, no pensé mucho y lo encendí.

ACOSÓ ENTRE LAS SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora