Gusu

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Y aquí estaban, intentando pasar a Gusu, ya que el distraído de su hermano había olvidado la invitación en la posada.

- a-yin, no puedo creer que olvidarás la invitación en la posada, te quedaras sin postres por un mes por tu descuido.

-pero jiejie

-pero nada a-yin sabes que esto es muy importante para tío jiang, y si me sigues discutiendo serán 2 meses. Y sabes que los cumplo.

Una hermana muy enojada regañaba feroz mente al revoltoso del grupo.
Wei yin bajaba la cabeza admitiendo su error, no se atrevía a contradecir a su hermana, podría ser la hermana más dulce y maternal del mundo pero si la hacía enojar debería ir rezando a Dianxia para que lo salvase de los castigos de ella.

- ahora ve a la posada y trae esa invitación antes de que caiga la noche, te voy a esperar aquí y si no vuelves atente a las consecuencias.

Como alma que llevaba el diablo wei yin montó su espada y se dirigió a toda velocidad a la posada, se tardó medio sichen en ir y venir, pero se detuvo a comprar sonrisa del emperador, su hermana le tenía prohibido beber hasta que tuviera 18 pero el era wei yin y desafia a a la muerte, antes de llegar a la entrada escondió las jarras y llevó la invitación para poder entrar.

Salvando se de la ira de su hermana, cuando lo vio regresar suspiró de alivio.

Un joven de túnicas pulcras y mirada gelida como el jade blanco, puso total atención en su hermano.

-quien diría que el segundo jade de Gusu cayera embobado por mi hermanito.

Una risita se le escapó a Wei Rouyi ante la imagen del jade con las puntas de las orejas sonrojadas al ver a su hermano.

La estadía en Gusu no sería tan aburrida después de todo.

A la distancia tres lan supervisaban qué los jóvenes fueran recibidos de buena manera.

La Qiren estaba satisfecho con el comportamiento de los nuevos jóvenes, hasta que vio a una discipulado que se le hacia familiar.

Hasta que recordó, Cangse Sanren su antiguo dolor de cabeza, ¿qué no estaba muerta?

De la impresión Qiren se desmayo.

Qiren despertó en su habitación, desconcertado trató De pararse.

-tío, será mejor que descanse

-xichen, tuve un sueño horrible, soñé que canse sanren volvía a pisar gusu.

- tío, se desmayó en cuanto vio a los hermanos wei de junmeng entrar.

-supongo que mi cabeza me jugó una mala pasada.

Por otro lado en gusu.

- a-yin ¿a donde crees que vas?

-ohh jie jie, voy a ver a Huaisan, un rato ya vuelvo.

-vas a ir ¿cuando casi es toque de queda?

-si bueno, solo lo voy a saludar y regreso, no voy a dejar que me atrapen jie.

Rouyi suspiró rendida, sabía que su hermano planeaba alguna travesura, pero era gusu ellos lo disciplinarian además de no haber peligro allí.

- al menos no sospecho nada.

Wei yin se escabullo con mucha facilidad entre la penumbra de la noche, llegó hasta donde había escondido su jarras de licor, las tomo y decidió regresar.

Pasaba por los techos de las casas cuando un destello azul claro pasó frente a el desestabilizandolo, haciéndolo caer del techo, afortunadamente sus reflejos reaccionaron rápido y no se lastimó.

No dejaré que el mundo te dañe A-yin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora