Distintas Formas Del Dolor

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Wei Rouyi no negaría que tenia miedo, había roto el compromiso de yanli, madam Yu no sería condescendiente con ella.

Al llegar al embarcadero de jungmen los esperaba jiang yanli, quien les sonreía a ambos.

Rouyi entró directamente luego de saludar a yanli, Madam Yu la esperaba con zidian chisporroteando, tomó valor mentalmente y se arrodilló frente a la mujer.

- Lamento mucho haber sido la causante de la ruptura del compromiso de la señorita jiang yanli, merezco ser castigada.

- veo que entiendes tu lugar, ve a la sala de Castigos de siempre y esperame allí.

- sí

En automático se dirigió a ese salón donde le castigaba a menudo, esta vez estaba segura que no solo serían azotes ni mucho menos quemaduras, esta vez sería algo más duro para soportar.

Wei Rouyi esperaba de rodillas sobre pequeñas piedras que yacian en un tapete especial que madam Yu había traído para torturarla por horas.

Al anochecer, llegó la araña violeta, paseando por la habitación se debatia qué castigo debía aplicarle a la muchacha.

- esta vez creo que usaré mi espada para torturarte.

- como usted disponga madam Yu, estoy dispuesta a aceptar el castigo.

Madam Yu procedió con el castigo, desplegó a zidian haciéndolo sentellar.

Rouyi trago grueso, esperando el golpe, su cultivo aun no era rival comparado con el de la araña, por ello zidian era muy poderoso, pocas veces lo había usado para torturarla, y las pocas veces estuvo inconsciente durante dos horas, en cada vez.

- ahhhh

El primer latigazo cayó en su espalda, contuvo otro grito manteniendo firme su postura, otro latigazo, resono en la habitación, perdió la cuenta luego del décimo latigazo, su resistencia al dolor había aumentado con los años, por ello está vez no se desmayó, cerró los ojos, sabía lo que seguía luego de los latigazos, el hierro con el emblema de jungmen jiang al rojo vivo por la energia espiritual en el, fue presionado en su bajo vientre, dejando un ardor inmenso, el olor a ropa quemada mezclado con el olor a carne quemada la quería hacer vomitar, esperó pacientemente qué se repitiera el proceso pero esta vez había algo diferente, sentía peligro por algo o mejor dicho alguien.

- No piensa asesinarme ¿o si madam Yu?

- oh no querida, quisiera pero no puedo, tendría que dar explicaciones a fenmian y a tu estúpido hermano. Solo haré que seas inservible un cascarón vacío.

Sin fuerza Rouyi esperó su destino, el cuerpo entero le dolía pero no hiba a dejar que esa mujer se saliera con la suya.

La espada se dirigía a su estómago, se movió un poco justo a tiempo haciendo que se incrustara a un lado y no donde realmente quería, fingió llorar por el dolor y pérdida de algo que sabía aun estaba intacto.

El rostro de la araña violeta sonrió de forma macabra y retiró la espada, sabía que no había dado en el objetivo deseado pero le bastaba con saber que había lesionado un costado del útero de la joven, salió triunfante de la tortura de hace unos minutos, dejando a Wei Rouyi desangrarse, si moría lo haría pasar por un accidente en una cacería de emergencia, si sobrevivia la amenazaria de nuevo con su patético hermano para guardar silencio.

Desafortunadamente para madam Yu, la bastarda de cangse sanren sobrevivió, solo estuvo recluida  un mes.

Por su parte Rouyi había aprendido en su estadía en Gusu habilidades médicas curando su herida de forma que casi ni se notaba luego de un mes gracias a su cultivo.

No dejaré que el mundo te dañe A-yin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora