Dolor Y Perdón

61 10 0
                                    

.Regresamos al presente con wangji y wuxian en la biblioteca.

- wei yin toma,

Un ramo de rosas rojas llegando a ser negras eran extendidas al menor.

-¿qué crees que haces Lan-zhan?, ¿dándome el regalo que la señorita o mejor dicho mi hermana te rechazó?
Por eso me dabas detalles, querías que te aceptará como cuñado, por un momento creí que de verdad te gustaba, fui un tonto. Eres cruel Lan-zhan jugar con los hermanos de esa forma.

Estaba dolido, esa mañana había pasado por casualidad cerca de el prado en la montaña, y vio claramente como Lan-zhan hablaba animada mente con su hermana, incluso le sonreía con ternura y ella a él, luego vio claramente el ramo de rosas que ella llevaba. Era el mismo que el Lan le estaba dando.

-no seré el reemplazo de mi hermana, me niego, si quiere te la regalo.

Las lagrimas escurrian de sus ojos, se negaba a creer que su propia hermana lo haya traicionado de tal forma, salió a toda prisa de la biblioteca. Se detuvo al escuchar hablar a su hermana y al lan, allá lo tomó de la mano reconfortandolo por algo, se negó a escuchar que era y salió corriendo.

Wei Rouyi sabía que había sido un error ocultarle a su hermano sobre su amistad con wangji pero si se lo decía podía arruinar los planes del jade de enamorarlo con su ayuda, nunca creyó que lo malinterpretaria todo.

Corrió tras su hermano y lo alcanzó detrás de la montaña, cerca de la cascada y el río.

- a-yin tenemos que hablar.

- vete, no quiero verte, eres una traidora.

- a-yin no es lo que parece dejame explicarte.

- para que, vas a restregarme a la cara que Lan wangji te prefiere a ti y a mi me uso para llegar a ti?

- No, Lan-zhan no me gusta estas equivocado.

- no trates de negarlo, los vi juntos te dio flores y reían enamorados, eres tan vil y cruel una dama decente no haría tal cosa.

Plaff, un fuerte sonido se escuchó y wei yin quedo desconcertado, el ardor en su mejilla lo hizo casi caer al suelo, su hermana nunca le había pegado.

- no vuelvas a hablarme en ese tono wei yin, te lo prohíbo.

- no puedes prohibirme nada, no eres mi madre para hacerlo.

Inmediatamente se dio cuenta del error, los ojos de su amada hermana se cristalizaron pero no derramaron ni una sola lágrima, la decepción y tristeza estaba plasmado en su rostro, wei yin sintió ganas de abrazarla y pedirle perdón en ese rato pero ya era tarde.

- Tienes razón, solo soy tu hermana y una vulgar mujer,

Rouyi sintió su mundo desmoronarse por esas palabras, ella consideraba a wei Yín como un hijo, y esas palabras la decisieron por completo, con una mano se limpió una lagrima traicionera, se dio la vuelta y se fue.

Esa noche no llegó a dormir.

Wei yin llegó temeroso a su habitación y la buscó sin éxito, hasta que escuchó a alguien llamar a la puerta.

-Será ella

Corrió y abrió lo más rápido que pudo

-jie jie, lo sien.... Eres tu

- wei yin tenemos que hablar.

- no, tengo que encontrar a mi hermana ya pasa del toque de queda y no está aquí, le dije cosas que no debí.

- wei yin, tu hermana solo estaba ayudándome para conquistarte, ella y yo somos amigos nada más.

Como balde de agua fría le cayeron las palabras de el Lan, entonces lo que vio no era lo que creía, se dejó cegar por sus celos y había herido a su hermana con sus acciones.

No dejaré que el mundo te dañe A-yin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora