Todo es posible - Cameron Dallas y Tu

Capítulo 32.-

NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR.

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Había quedado con Kian hace cinco minutos y aun no llegaba. Me levante hacia la cocina y me serví un poco de agua. Cuando volví al sillón mire el móvil, no tenía nada. Suspire. Estuve mirando twitter y respondí alguno que otro tweet.

Escuche una pita de un coche y supuse que era Kian, pero me equivoque. Al abrir la puerta lo único que había en la calle eran los coches aparcados, pero juraría que había escuchado una pita. Iba a entrar cuando alguien me tapa la boca. Mis ojos se abren como platos, había empezado a temblar. No sabía quién era, solo sabía que estaba intentando asfixiarme. Mordí su mano.

"Vale, tregua, tregua" hablo levantando las manos. Lo mire mal y empecé a pegarle puñetazos en el pecho.

"Eres un imbécil" comente con ira. "Me asustaste imbécil" no dejaba de pegarle y él se reía "Se lo voy a decir a Cameron" me reí por lo último.

"Tregua" repitió Kian aun riendo. Le pegue un último puñetazo, más fuerte que los demás. "¡Tregua, bandera blanca, me rindo!" grito haciendo que riera.

"Bien merecido te lo tienes" suspire poniéndome recta.

"Lo siento, era una broma" comento con los ojos cerrados.

"Algunas bromas no tienen gracia" comente acordándome de los mensajes que había estado recibiendo últimamente.

"Lo siento" volvió a repetir con un tono de arrepentimiento. "¿Vamos?" pregunto extendiéndole la mano.

"Cojo mi chaqueta y nos vamos" comente volviendo a entrar en casa. "Ya" comente seca y salimos.

Kian tenía un coche blanco metalizado. Con asientos acolchados en los que se estaba muy cómoda. No dije nada, me había asustado realmente. Es un imbécil.

Mire hacia afuera y note como se empezaban alojar grandes nubes grises en lo alto del cielo. Dudo que llueva, pero si ara un poco de frio. Cerré los ojos y abrí la ventana, quería sentir el aire. Desbloquee el móvil y le mande un mensaje a Cameron diciéndole que llegaría a las cinco de la tarde al estudio. Recibí varios corazones en respuesta.

_____: Vete a grabar anda, que es tu último día.

Cameron: Si me hablas imposible.

_____: ¿Te he dicho que me va a dar diabetes por tu culpa?

Cameron: ¡Viva la ternura!

_____: ¡Viva yo!

Cameron: Idiota. Te veo luego.

_____: Adiós. Te quiero.

Cameron: Yo más.

Bloquee el móvil y mire a Kian, que me miraba haciendo morritos. Lo fulmine con la mirada y le quite la vista de encima.

"¿Sigues enfadada?" pregunto y asentí con la cabeza. "Fue una broma" sonrío poniendo labios de mujer. Reí.

"Idiota" sonrío y me miro de reojo. "¿A dónde vamos a ir?" pregunte curiosa.

"Al apartamento que comparto con los chicos, luego te llevare con Cameron" asentí con la cabeza.

"Me gusta tu idea" nos reímos.

Cuando llegamos en la entrada había dos chicos, de los cuales solo había conocido a uno. Connor y un chico de pelo rizado esperaban en la puerta de la casa, este último con un perro en brazos. Kian aparco justo delante de la gran casa. Al bajar salude a los dos chicos que se encontraban de pie.