Capítulo 69.

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Narrador:

"¿Y?" Pregunto Hayes mirándolo. Necesitaba saber que al menos su amigo había dado con una pequeña pista.

"Nada." Se sintió verdaderamente al mentirle a su amigo. "¿Tú?" Lo vio negar con la cabeza.

"Tenemos que encontrar a esos hombres con los que hablaste, son los únicos que pueden ayudarnos." Cameron asintió levemente mirando al suelo. "¿Pusiste la denuncia?" Bufo recordando aquello.

"Dicen que por ley deben esperar 48 horas para que se clasifique como desaparición." Hayes se tiro de los pelos.

"He hablado con sus padres... Me vieron tan mal que creo que supieron que nada había sido mi culpa y se lo tomaron mejor de lo que esperaba, en lo que cabe..." Sorbió por la nariz.

"Yo no he tenido el valor de ir." Trago en seco. "Ahora mismo quiero hablar con los policías y luego avisar a sus padres, vive conmigo, al fin y al cabo es mi responsabilidad hacer todo lo posible antes de decirles nada."

"Te entiendo, pero es mejor que se entere por ti a que lo hagan por otras personas. ¿No has pensado en que pueden llamar a su casa?" Levanto la cabeza.

"Los encontrare antes de que puedan llamarles." Se restregó la cara.

"Voy a volver a salir, ¿vienes?" Le pregunto de espaldas mirándolo a través del espejo.

"No, vuelvo a casa, necesito llamar a alguien antes de volver a salir." Se revolvió el pelo antes de levantarse para poder irse.

"Me llamas cualquier novedad, por favor." Los ojos de aquellos chicos conectaron y se vieron rotos por dentro.

"Lo prometo." Se despidió antes de salir por la puerta y volver a entrar en el coche.

Suspiro cundo ya se había puesto el cinturón, cerró los ojos y deseo despertar de todo esto. Aún con los ojos cerrados era imposible salir de aquello, la veía en todas partes, acabaría volviéndose loco. Dejo caer su peso sobre el volante del coche y sintió como una lágrima bajaba por su mejilla. Sorbió inmediatamente al escuchar el pito de un coche que pasaba por su lado. Levanto la vista y, se seco bruscamente las lágrimas al ver a Hayes despedirse antes de seguir su camino, respondió con un leve movimiento de mano hasta perderle de vista cuando salió de la calle.

Encendió el motor y salió de ahí. Durante el trayecto hacia su casa no paraba de pensar en aquel hombre, al cual le había dado su número de teléfono, que se acerco a él como si lo hubiera estado esperando por un largo rato. Pero a decir verdad ahora mismo todo aquel que pudiera ayudarle sería bienvenido.

Dejo la chaqueta sobre el sillón y busco el número del hombre. Llamo y al tercer pitido le contestaron.

"Buenas." Hablo una mujer.

"Hola, buenas tardes, me podría pasar con..." Miro el contacto y leyó. "Antonio." Hablo dudoso.

"Claro, ahora mismo se lo paso joven."

"Muchísimas gracias de verdad." Suspiro, espero como cinco minutos antes de que alguien volviera hablar.

"Buenas chico." Contesto.

"Perdón si he interrumpido algo importante pero necesito saber si ya tiene la dirección."

"Estaba a punto de llamarte para poder enviarte la dirección." Inconscientemente sonrío. "¿Tienes donde apuntar?" Miro a su alrededor y bufo.

"Si, busco algo ahora mismo, perdón..." Dejo el móvil encima de la mesa. Subió las escaleras corriendo y pasado apenas dos minutos volvió a bajar con todo bajo el brazo. "Listo dígame."

Todo es posible - Cameron Dallas y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora