Capítulo 1._

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Me encontraba sentada, en aquella mesa redonda, intentando mantener una conversación coherente con mis padres. Últimamente se estaban preocupando más de lo de debido, me protegen mucho más y eso me preocupa, pero me da igual, se perfectamente que lo hacen por lastima, por mantener la rutina. Creen que no soy lo bastante adolescente que debería ser, me siento bien sola, ¿por qué nadie lo entiende? No quiero a nadie preocupándose de mí constantemente, diciéndome cosas bonitas o simplemente mirándome fijamente mientras sonreía, como hacían ellos, me siento una carga, un estorbo ...

"¿Cómo te va el instituto?" pregunto por enésima vez mi madre, yo solo me encogí de hombros "_____ eso no es una respuesta" se estaba alterando lo notaba en su mirada, y porque cuando se pone así se le arruga la frente.

"Bien, creo" conteste seca fingiendo una sonrisa, para luego volver mi vista al plato de comida que tenía enfrente.

"Tenemos algo que comentarte cariño" me miro mi padre, hubo un largo silencio, fije mi mirada en el "no vamos a mudar, creo que sería..." entonces conseguí la respuesta a su comportamiento de esta última semana, nos íbamos a volver a mudar. Aggg...

"¿Qué crees?" le pregunte, pero no le di tiempo a que me respondiera "Que será bueno, un nuevo comienzo, papá por favor me sé esa historia de memoria, ¿cuánto duraremos esta vez? dos, cuatro, seis meses, y luego otra vez a lo mismo, por eso y por muchas cosas más es que no consigo amigos de verdad, no veo la hora de cumplir 18 años" De nuevo el silencio reino la cocina y dos pares de ojos me miraban fijamente, se perfectamente que no se esperaban esto, ni yo me esperaba reaccionar así.

"Queremos lo mejor para ti mi amor" rompió el silencio mi madre "Te prometemos que esta vez será definitivo, tu padre ha conseguido un buen trabajo en California, te prometemos..." miro fijamente a mi padre y este bajo la mirada "te prometo, que no habrá más mudanzas, no mas, solo necesitamos que pongas de tu parte" la mire fijamente, sus ojos se notaban cansados, abrumados, se que a ella tampoco le hace mucha gracia mudarnos.

"Tu madre tiene razón, solo necesitamos que pongas un poco de tu parte" suspire, era algo perdido el molestarme con ellos sabía de ante mano que me iba a ir "además, me han dicho que hay muy buenos fisioterapeutas, pueden ayudar a tu hermano _____, si no lo haces por nosotros hazlo por él"

Entonces mi mirada se alejo de los ojos azules de mi padre, para mirar los de mí hermano, que se encontraba durmiendo en el sofá. Me maldije por dentro, no me gustaba que me hicieran esto, ha sido un golpe bajo de su parte. Kilian apenas tenía 13 años y estaba postrado a esa horrenda silla de ruedas. Si tenía la oportunidad de que mi hermano pueda tener una vida normal como los demás niños de su edad lo haría, era la única persona que me importaba realmente. Después de todo es por mi culpa por lo que esta así.

"De acuerdo nos mudaremos" dije finalmente, mis padres sonrieron abiertamente, habían ganado. "Pero lo hago por Kilian, no por vosotros, solo quiero que vuelva a jugar como lo hacía antes, que sea alguien normal" dicho esto, me dispuse a levantarme de la mesa.

"No has comido casi nada ______"

"Se me quito el apetito" le respondí a mi madre "llevare a Kilian a su habitación" dije, mis padres solo se limitaron a asentir con la cabeza. Me acerque a mi hermano "Kilian, es hora de dormir" le susurre, poco a poco fue abriendo sus ojos.

"¿Me subes?" me pregunto mirando su silla, yo solo asentí, el estiro sus brazos para que lo cargara. "Buenas noches mamá, buenas noches papá" les dedico una sonrisa a mis padres.

Subí poco a poco las escaleras. Entre despacio a su habitación, encendí la luz, abrí como pude las sabanas que tenía y lo recosté en su cama. Me iba a ir cuando me cogió del brazo, pensé que estaba dormido.

Todo es posible - Cameron Dallas y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora