LA ENTREVISTA [HYUNLIX]

CAPITULO 4

A las cinco de la mañana, el estruendo de las pesas al caer resonó en el gimnasio. El rubio terminaba sus estiramientos antes de comenzar su rutina. Tras calentar, inició una serie de saltos de cuerda a gran velocidad.

Minutos después, gotas de sudor perlaban su cuello y empapaban su cabello. Continuó con flexiones, estocadas y abdominales, sin descanso. Su camiseta azul marino se pegaba a su torso, completamente empapada.

Tras unos segundos para recobrar el aliento, embistió la bolsa de boxeo con rapidez. El sudor corría por su frente, pero solo la sacudía y seguía golpeando sin tregua.

—Llegué—anunció una voz a sus espaldas.

Deteniendo los golpes, volteó asombrado. —¿En serio estás aquí?—

—Te dije que venía—respondió el pelirrojo, secando su frente. había venido para ver si los rumores sobre Wonho, el musculoso entrenador del gimnasio, eran ciertos.

Wonho tenía fama de conquistador, y en la oficina del pelirrojo corría el rumor de que salía con la secretaria de su jefe. Por eso él quería comprobarlo con sus propios ojos.

—Pero dijiste a las 5, y no son las 5—señaló el rubio, bebiendo agua.

—Salí a las 5 de casa—aclaró el otro, arqueando las cejas.

—Bueno, da igual... ¿No ibas a ver el lugar y decidir si te inscribías? —preguntó extrañado.

—Sí, eso dije. ¿Por qué?—musitó distraído, acomodando su riñonera.

—Entonces, ¿por qué trajiste agua, mallas, rodilleras y demás?—cuestionó rápidamente, señalando cada objeto.

—¡Para vestirme para la ocasión! —exclamó orgulloso.

El rubio rió. —Pareces esos ancianos de películas.—

—Envidia, celoso de mi sensualidad—replicó él, guiñando un ojo.

—Si claro... Ya que vienes así, ¿quieres ser mi sparring?—sugirió el fornido boxeador.

—¿Sparring? ¡Me quieres matar por envidia a mi cuerpo!—chilló escandalizado.

—No exageres...—murmuró el otro, limpiándose con una toalla.

Siguieron discutiendo hasta que el boxeador explicó que Wonho no iba los sábados porque pasaba el día con su esposa, destruyendo las esperanzas del pelirrojo de confirmar el chisme.