sobrevivir o morir.
esas eran las únicas dos opciones.
Brooke tenía claro que no quería morir.
pero cada vez era más difícil sobrevivir.
ya no tenía que hacerlo solo por ella.
también por las personas que iba encontrando en el camino y comenzaban...
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-Hazte a un lado, Brooke -dijo Ana mientras le tocaba el hombro. Rápidamente obedeció mientras que Felipe tomaba su lugar para colocarle el inhalador al señor Gilbert.
Antes de que se reincorporara, unos brazos la rodearon con fuerza. Solo notó la gorra roja del asiático cuando decidió devolver el abrazo.
-Dios, Brooke. Estaba muy preocupado -la castaña solo sonrió, enternecida al escuchar sus palabras, pero antes de responder la voz de Rick resonó por el sitio.
-¿Me puedes explicar qué diablos es esto? -por las facciones de su rostro, y el tono de voz que utilizó, parecía incluso molesto.
-Es un ataque de asma -respondió ella, obvia, mientras se alejaba de Glenn.- Necesitaba su inhalador y le estaba ayudando.
Rick, T-Dog y Daryl la miraron de modo que parecía que Brooke les acababa de tomar el pelo.
-¿En serio? ¡Brooke, pensamos que te estaban comiendo los perros! -esta vez quien habló fue T-Dog, incrédulo. Casi parecía que quien quería tirarla a los chihuahuas era él.
-¿Qué perros? ¿Esos de ahí? -y se giró en dirección hacia los pequeños caninos, que respondieron con un ladrido.
Rick resopló.
-¿Puedo hablar contigo un momento? -y tomó del pescuezo a G con cierta brusquedad disimulada para no alertar a los ancianos, llevándolo hacia una esquina.
-¿Le estabas ayudando? -repitió Glenn, sin apartar la mirada de Brooke. Esta, a su vez, miraba al señor Gilbert más estabilizado.
-Así es -respondió.- Tomé varios cursos de primeros auxilios en la facultad -se encogió de hombros.- Nadie llegaría a pensar que al final sí resultarían útiles.
En esa ocasión sí observó a Glenn, regalándole una pequeña sonrisa.
-De verdad estoy muy aliviado de verte entera, Brooke -fue lo único que pudo agregar.- No iba a irme de aquí sin ti, menos sabiendo que si lo hacía, Lucy me mataría nada más al verme llegar solo.
El comentario hizo reír a ambos.
-Apuesto a que luego ella hubiera agarrado un auto y me hubiera buscado por su cuenta.
-Oh, así que por este chico es que no estarás con mi Felipe. -se sumó una nueva voz, la de Isabella. Ahora que Gilbert respiraba con normalidad, la anciana parecía más tranquila.
Sin embargo, el comentario hizo que el color de la piel de Brooke desapareciera, abriendo sus ojos de par en par.
-¿Qué? No, no, claro que no -incluso se rió nerviosa, pasando su mirada de Glenn a la anciana.- Para nada.
