Mimado por mis hermanos

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Hans se quedó congelado ante el grito delator de... ¿Tatiana?

-Lo lamento pero no puede sentarse con nosotros- afirmó rotundamente Tamara siendo apoyada por la mayoría de sus amigas, con excepción de dos que estaban distraídas  viendo una serie BL tailandesa compartiendo auriculares.

-Oh entiendo- dijo Keith concentrando su mirada en Tamara.

Con esas pocas palabras, Hans había entendido que Keith ató todos los cabos sueltos, que el era el estúpido niño en pañales y la razón por la que lo encontró solo la primera vez, también supo que su amistad había acabado, se dio media vuelta discretamente mientras no le prestaban atención y trató de irse de la cafetería.

Se cayó un par de veces, una por torpeza y otra por un idiota que vio muy divertido ponerle cabe al momento de su huida.

Se raspó un poco y empezó a lagrimear pero se fue rumbo a su escondite, al fondo de unas gradas tumbadas en la esquina final del campo de futbol.

Increíblemente era buen escondite, incluso si inicialmente solo comenzó a ir ahí por influencia de una escena de "Descendientes" y "El diario de Greg".

De hecho era tan bueno, que a veces hasta Ryan se acercaba al lugar solo para ver como estaba, como si ese fuera un punto neutro en la escuela donde él puede ser el hermanito consentido y Ryan el hermano cariñoso y protector que es en casa, era literalmente su lugar seguro.

Siente que exageraba pero no sabía como controlar sus sentimientos, tal vez por la costumbre de ser la burla o que no puede culpar a Keith de rechazarlo.

Pero solo le quedó lloriquear un poco en la esquina de las gradas, apoyado en un frío tubo y culpando de sus sollozos a su rodilla herida.

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-Oh entiendo- dijo Keith concentrando su mirada en Tamara, pensando en sus pistas y confirmando su teoría, tan concentrado que no se dio cuenta de lo que sucedía a su alrededor.

-Así es, no te recomiendo hablarle a menos que quieras que tu vida social caiga en picada- recomendó Tamara convencida de sus palabras, siendo respaldada por algunas de sus amigas.

-Gracias por el consejo- dijo con el rostro serio- y gracias por la invitación pero creo que ya tengo un lugar por allá- dijo apuntando al sitio donde se sentaba con Hans, ahora vacío para su sorpresa.

-¿En serio prefieres al bebé gigante?- recriminó una muy indignada Tamara.

-No, prefiero a mi amigo- dijo Keith levantándose de su asiento, para buscar a Hans, lamentablemente siendo detenido por Tamara que lo miraba con un ceño demasiado fruncido. 

-Tam, estás haciendo un escándalo, no pases vergüenza- advirtió la amiga que estaba tratando de ver su serie en paz, justo a tiempo para detener a su amiga que parecía iba a continuar con su escena, logrando que Tamara soltara rendida a Keith.

Keith se apuro para salir del grupo de Tamara, agradeciendo con la mirada a la amiga de Tamara que lo apoyo, chica que no podría no tenerlo menos en cuenta su existencia porque había vuelto a su celular.

Dio un vistazo por todos los lados de la cafetería en busca de Hans, pero no lo encontró.

Salió de la cafetería y empezó a buscar por los salones y pasillos sin ningún éxito.

No conocía bien el lugar por lo que aún había muchas zonas desconocidas que no sabría encontrar.

Preguntó a algunos de los chicos que encontraba en los pasillos, con una vacua descripción de su amigo, ante la falta de conocimiento que la mayoría tenía solo con el nombre.