Mimado por mis hermanos

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-Sabes lo que tienes que hacer- le dijo Ryan a su hermanito quien lo miraba avergonzado.

-Pero Lydia está aquí- dijo tratando de disuadir a su hermano.

-No sería la primera vez que te ve así y honestamente dudo que la última.

-No es para tanto Hans- dijo Lydia dándole ánimos.

Hans se rindió y tras soltar un suspiro hizo lo que quería su hermano.

-Helmanito Ry, ¿Cuándo son las pluebas?- dijo con voz infantil y jugueteando con sus manos en lo que se acercaba lentamente con la cara completamente sonrojada a su hermano para darle un beso rápido en la mejilla.

-¿Y para Lyd?- preguntó algo burlón recibiendo un pellizco de su novia por molestar a su hermanito, pero Hans de todas maneras se lo dio sacándole a Lydia una sonrisa por la ternura provocado.

Normalmente Hans le hubiera dado la información sin más pero al preguntar el motivo y enterarse que era para el nuevo amigo de Hans, se negó rotundamente.

Además quería ver hasta donde era capaz de llegar Hans por su nuevo amigo, estaba preocupado de que se encariñara muy rápido y como Hans no era de tener amigos tenía la costumbre de hacer todo lo que le pidieran contar de mantenerlos cerca.

Hans tuvo problemas para pronunciar la "r" hasta los 10 años tras que Dylan lo estuviera llevando a terapia del lenguaje, por lo que no le gustaba que Ryan lo hiciera hablar así, pero siendo honestos a Ryan le encantaba escucharlo hablarlo tan tiernamente, le recordaba épocas en las que Hans no se separaba de su lado y quería que lo mimara 24/7, en especial si Hans estaba tan adorable como ahora solo vistiendo una camiseta corta y su pañal.

-Se lo hubiela pleguntado a Chasey- reclamó Hans con un puchero, sonrojándose nuevamente por inconscientemente seguir pronunciando mal.

-Aw no te pongas berrinchudo, hermanito- dijo Ryan pasándole el brazo por el hombro a su hermano y despeinándolo con algo de brusquedad- además sabes que Chase sigue de viaje con sus padres.

-Dylan se fue temprano al trabajo, ¿quieren que les prepare algo?- preguntó Lydia interrumpiendo el momento entre hermanos, recibiendo un asentimiento de parte de ellos- pero no esperen mucho, a lo mucho puedo hacer unos huevos un poco quemados- aclaró, al menos había mejorado gracias a Dylan, cuando apenas los conoció se le quemaba hasta el agua, los que tuvieron que reparar su cocina pueden dar fe de ello.

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El día anterior había acabado, pero la depresión de Keith seguía muy presente.

Se levantó con desgano de su cama y agarró un pan al que untó mantequilla para el camino.

Su papá ya se había ido o quizás no volvió anoche, no lo sabía, se despidió de la foto de su mamá y luego tomo su mochila para irse al colegio.

Si no fuera porque le había prometido a Hans que se encontrarían en la cafetería durante el receso, no habría ni siquiera hecho el intento por levantarse.

Normalmente haría unos cuantos abdominales para mantenerse en forma, se daría un baño,  escogería meticulosamente su ropa para verse genial, arreglaría su cabello con gel y otros productos, luego agarraría algo de la refri para desayunar y se iría rumbo a la escuela.

Hoy no se dio un baño, su pelo no fue arreglado, aunque gracias a la costumbre tampoco es que se hubiera despeinado mucho, tomó lo primero que encontró de su closet y se fue sin desayunar.

En el camino le llegó un mensaje a su celular, era de Hans.

"Buenos días Keith"

"Mi hermano me dijo que habrá pruebas para el futbol mañana a las 3...¡Suerte!"