Hans no podía entender qué hacía Keith con su hermano.
¿Desde cuándo se conocían? ¿Por qué está acá? Él nunca trae a nadie que no sea Lydia.
Como pudo se escondió detrás de su hermano, tratando lo más posible de cubrir su pañal y comenzando a lagrimear por la vergüenza.
-Oye, no vine a burlarme- dijo Keith tratando de calmar a Hans, haciendo un esfuerzo sobre humano para no ver las piernas de Hans.
-¿En serio?- preguntó Hans esperanzado sacando un poco de su cabeza de detrás de su hermano mayor.
-¿Crees que lo traería a la casa si supiera que te va a molestar?- dijo Ryan.
-Te estuve buscando todo el receso pero no te encontré por ningún lado, tuve que ser humillado por tu hermano para que se apiade de mí y pueda venir a hablar contigo.
-¿Qué le hiciste?- reclamó Hans mirando con enojo a su hermano.
-Oye no te alteres, solo lo aplasté en el fútbol- aclaró Ryan- aún le falta mucho como para estar a mi nivel, pero sin duda es mejor mi pequeño hermanito aquí presente- dijo rodeando con sus brazos a Hans y restregando su rostro contra el de su hermanito.
-Ew, apestas y estás todo sudado- se quejó Hans limpiando su rostro con el dorso de su brazo, lo que provocó que Keith inconscientemente se oliera disimuladamente.
-No puedo negarlo, es el olor de la victoria.
-Por eso, prefiero pasar desapercibido, si jugara en serio terminaría apestando a vanidad- se quejó Hans tratando de zafarse del agarre de su hermano quien finalmente lo liberó tras unos segundos más.
-Aw me hiciste acordar cuando quise enseñarte a jugar, no querías soltar a tu ovejita de peluche, te tropezabas con tus propios pies y creo aún usabas un chupón.
-Era muy pequeño en ese entonces- se defendió avergonzado por la presencia de Keith.
-¿En serio? Si mal no recuerdo tenías como 10 años.
-¡Ry! - se quejó al borde del llanto, no quería que Keith tuviera más razones para considerarlo un bicho raro.
-Ok, ok, alguien está sensible hoy- bromeo Ryan- los dejaré a solas para que puedan hablar- dijo para luego irse a su cuarto.
-Entonces...¿la ovejita tenía nombre?- dijo Keith sin saber por donde iniciar.
-Dolly- respondió Hans.
-¿Como la oveja clonada?
-Como la cantante country, le gusta mucho a mi hermano.
-Yo aún tengo a mi oso Benny- dijo algo avergonzado por la confesión, pero sentía que era lo correcto para que Hans no se sintiera mal.
-Genial, tal vez podrías traerlo para una fiesta de té- bromeó Ryan desde la sala, tenía muy buen oído y hambre por el chisme.
-¡Ryan! Ya no estás invitado a la siguiente- recriminó Hans sacándole la lengua a su hermano.
-Rayos, y yo que tenía tanta ilusión- dijo con un dramatismo muy fingido.
-Uhm... puedes ir pero solo si te disculpas- dijo Hans preocupado y arrepentido de haber lastimado a su hermano, aunque no se espero que Ryan empezara a reír como desquiciado y al voltear a ver a Keith este tenía la mano cubriendo su boca para evitar hacer lo mismo que Ryan.
-Eres muy tierno- soltó Keith de la nada, desviando el tema y logrando que sus miradas se crucen de nuevo, sonrojándose de nueva cuenta, y haciendo que Ryan alce una ceja ante la escena.

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Mimado por mis hermanos
RandomHans Cohen es un muchacho incontinente desde que tiene memoria, su vida social es casi nula por ese aspecto. Sus hermanos son sus mejores amigos, pero siente que lo siguen tratando como a un bebé, ahora está en busca de su independencia. ¿La consegu...