La mañana llegó, Hans como siempre despertó sintiendo el bulto de su pañal mojado entre sus piernas, pero a diferencia de las mañanas anteriores, ahora tenía unos brazos rodeándolo firmemente, no tardó en recordar que su nuevo mejor y puede que único amigo se quedó a dormir a su lado.
Puede que este no debería ser su primer instinto, mucho menos a su edad y en este contexto, pero simplemente no tenía ganas de despertar todavía, solo se acostó más cerca de su amigo, y dejo que sus brazos siguieran manteniéndolo unido a Keith, en su defensa le trae recuerdos de cuando se iba a dormir a la cama de Dylan cuando era más pequeño.
Keith al sentir la nueva presión entrecerró un poco sus ojos, al poder ver a Hans aunque un tanto borroso por la falta de aclimatación de su visión, pero lo logro distinguir lo suficiente como para soltar una sonrisa, más aún al ver la posición en la que se encontraban, al igual que Hans todavía no quería levantarse, mucho menos porque ese cálido contacto lo hacia sentir tan en paz, por lo que volvió a cerrar los ojos para ver si podía volver al mundo de los sueños.
Sin embargo, aquella cálida escena solo duro unos cuantos minutos más ya que tuvo que ser interrumpida por Dylan, quien entró al cuarto de su hermanito como era rutina, al ver a su corderito y su nuevo amigo no pudo evitar soltar una sonrisa de ternura, y tal vez algo de celos, no celos de hermano sino que le hubiera gustado que en su época de adolescente las personas hubieran sido así de abiertas en cuanto a sus actos, como aquellos dos pequeños que no temen abrazarse en muestra de amistad.
Le hubiera gustado dejarlos así un rato más pero era día escolar, incluso contrario a los días normales había despertado primero a Ryan, para que se cambie su pull up antes de despertar a los más pequeños.
Claro que su principito parecía el bello durmiente negándose a despertar, pero no puede decir que no lo intentó así que si llega tarde todo queda en responsabilidad de Ryan.
-Ey peques, es hora de despertar- dijo Dylan con voz calmada entrando en el cuarto de su corderito, viendo como dos estudiantes de secundaria soltaban quejidos casi como berrinches que solo provocaban gran ternura en el mayor, en especial porque había sido la primera pijamada de su hermanito y el verlos abrazados casi funde su corazón.
-Les haré lo que quieran de desayuno, los veré abajo- dijo dirigiéndose a la salida tras lograr que los dos adolescentes finalmente abrieran un poco los ojos.
Aún con cansancio pero con algo de convicción gracias al soborno, los adolescentes se levantaron de su letargo.
No podían disimular la posición en la que terminaron en medio de sus sueños, y en la que finalmente fueron encontrados por el hermano mayor de Hans.
Al menos agradecían que haya sido Dylan y no Ryan, Keith solo lo conoce un día pero ya siente que su vida corre peligro cada que él lo ve cerca de Hans.
-Ehm... ¿Dónde está el baño?- preguntó Keith con algo de urgencia, no lo diría en voz alta pero ha querido ir desde hace un buen rato.
-Al final del pasillo, creo que eso es lo bueno de usar pañal, no hay riesgo de accidentes- bromeó Hans, dándose un zape mental, aún debía ser muy pronto como para bromear sobre ello o tal vez ni siquiera debería bromear sobre ello, las convenciones sociales eran muy confusas para él.
-Tal vez debería considerar usarlos- siguió Keith con la broma saliendo del cuarto casi con desesperación, pero devolviendo el aire a los pulmones de Hans, alegre de no haberla cagado tan rápido.
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Keith estaba corriendo rumbo al baño siguiendo las fáciles indicaciones de Hans, quien para su mala suerte no mencionó el hecho de que había dos puertas al final del pasillo.

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Mimado por mis hermanos
RandomHans Cohen es un muchacho incontinente desde que tiene memoria, su vida social es casi nula por ese aspecto. Sus hermanos son sus mejores amigos, pero siente que lo siguen tratando como a un bebé, ahora está en busca de su independencia. ¿La consegu...