Keith se sorprendió de la clase de Ciencias Naturales, el profesor Yarin, era increíble.
Al parecer este sería su primer año como maestro titular, recién se habia graduado de la Universidad hace un par de años, y comenzó como asistente o a veces como suplente en lo que ganaba experiencia.
La clase pasó tan rápido que ni se dio cuenta de en qué momento medio salón se había ido mientras él andaba como pendejo viendo al profesor.
-¿Alguna duda...ehm?- preguntaba el profesor al notar la insistente mirada del chico.
-Keith, Keith Rodríguez.
-¿Alguna duda, Keith Rodríguez?- dijo levantando la ceja.
-Ehm...¿Sabe cuando serán las practicas para el equipo de futbol?- respondió con lo primero que se le ocurrió
-¿Está consiente que esta es clase de Biología?- respondió sarcásticamente.
-Si, perdón...es que es mi primer día- dijo sintiéndose avergonzado por tal remedo de excusa.
-Trataré de preguntarle al entrenador, si es que me lo encuentro claro pero no te prometo nada- dijo tras soltar un suspiro pronunciado.
-Gracias...hasta luego, profesor- dijo retirándose rápidamente, lo ponía nervioso hablar con figuras de autoridad, prefería hablar con gente de su edad como Hans, se sentía más en confianza.
Vio el lado bueno, y pensó que si el hermano de Hans no le daba respuesta capaz el profesor se la daba, en el peor de los casos solo recibiría la misma información dos veces.
Salí de clases, no podía creer que hayan pasado casi 20 minutos desde la salida, su plan era salir rápido de clases y dirigirse a la sección de Hans.
Tal vez pasear un rato por el parque y comer un helado y reforzar la nueva amistad.
Pero no había de otra, se fue caminado en dirección a su casa no sin antes detenerse un rato en el parque para reflexionar de su día, en lo que cabe fue productivo: hizo un amigo, tiene apoyo para conseguir la fecha de las pruebas de futbol y consiguió el nombre de las estrellas del equipo, si todo salía mal podría impresionarlos con sus técnicas deportivas.
Habia pasado por ese lugar el fin de semana en un intento de acostumbrarse a las calles de su nuevo hogar.
Le encantaba el pequeño estanque con patos, le encantaba la cantidad de arboles enormes en los alrededores y sobre todo el ambiente relajante que este parque le transmitía.
El vivía antes en una ciudad industrializada, el parque no era muy lindo, solo unas cuantas bancas y unos arboles secos no tan altos era increíblemente pero hasta el aire era diferente.
Siguió dando vueltas hasta que como si fuera un acto divino se encontró con Hans quien le estaba dando de comer a los patos.
-Patitos, patitos coman todito- le escucho cuando se iba a acercarle a hablarle.
Normalmente eso le daría risa, pero por alguna razón en Hans no se oía tan tonto, tal vez hasta un poco lindo.
-Pájaros bobitos, que no comen todito- le dijo Keith a Hans a sus espaldas, causándole un sobresalto al más pequeño.
-¿Me escuchaste?- preguntó Hans avergonzado.
-Fuerte y claro.
-Por favor, olvídalo. Es vergonzoso.
-Fue algo lindo, ¿sueles alimentar a los patos?
-A veces cuando mi hermano me deja venir- respondió Hans extrañando un poco a Keith...¿por qué su hermano no lo dejaría venir?

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Mimado por mis hermanos
De TodoHans Cohen es un muchacho incontinente desde que tiene memoria, su vida social es casi nula por ese aspecto. Sus hermanos son sus mejores amigos, pero siente que lo siguen tratando como a un bebé, ahora está en busca de su independencia. ¿La consegu...