𝐂𝐚𝐥𝐥 𝐈𝐭 𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐘𝐨𝐮 𝐖𝐚𝐧𝐭 | 𝐅𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜 𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬𝐜𝐡𝐞𝐥

∘₊✧─ CAPITULO 2 ─✧₊∘

Rachel.

Lo siento mal. Y no como otras veces. En serio está mal.

Me mira, tensando la mandíbula antes de beber de un solo sorbo el whisky en su vaso.

—¿Me vas a decir que pasa, amor?

Chasquea la lengua, soltando un suspiro.

—El día que inicio el operativo salí con los chicos...

Y ya sé que esto no va a terminar bien.

—¿Me vas a decir que te cogiste a otra? —los celos comienzan a incendiar mi pecho.

—No. Mantengo limpia esa parte, Rachel, lo último que quiero es que se te ocurra entrar a los sitios de la FEMF y te aparezca "El coronel Morgan y la lista de mujeres con las que tuvo acercamientos en el último mes". No me voy a follar a otra. Para eso tengo a mi mujer. 

—¿Entonces porque tanta tensión?, ¡Suéltalo de una vez!

—La hija de Marie me drogo —elevo el mentón cuando siento que tiembla. 

Soy jodidamente consciente de lo que puede significar eso. De lo que pudo haber pasado. Siento como un ardor empieza a extenderse por todo mi pecho, así, me esfuerzo por que no se note.

—La tal Gema... No me dijiste que andaba cerca.

—Por que no tenía sentido.

—Me estás diciendo que te drogo.

—No creí que fuera capaz de hacer eso, joder.

—Bien, sigamos, te drogo... ¿Que más paso?

—No creo que haga falta decírtelo, Rachel, lo sabes.

—Así que ahora soy Rachel —se me están llenando los ojos de lágrimas y no quiero derramarlas—. Dime las cosas como son, abuso de ti.

—Ne...

Fallo. No puedo ocultar que no me duele que me lo haya ocultado, que no me duele lo que le paso. 

—¡Y ha pasado casi un mes desde entonces!

—No quería decirte por qué sabía como te ibas a poner. Estoy hasta el cuello con esta maldita misión y lo último que necesito es que cada que vengo a ver a mi mujer, ella esté molesta conmigo.

—¡No estoy molesta por lo que pasó!, Comprendo que no eras dueño de tus actos, estoy molesta por qué viniste justo después de que eso pasara y no me lo dijiste. Pero si hubiera sido yo, tu si que me habrías armado un maldito escándalo dónde seguro terminabas conmigo. Si me lo hubieras dicho, lo habría comprendido y se acababa el asunto...

—No te lo crees que ni tu.

—Te habría dicho que te alejarás de la mujer y ya. Pero tú...

—Te conoces, Rachel, te conozco. No habrías parado ahí. Vengo a relajarme contigo, no a pelear.

—Te lo habrías evitado si me lo hubieras dicho desde que pasó. Tenemos casi cuatro años juntos. Me hubieras dicho que te acostaste con otra, pero no porque quisieras, si no por qué la estúpida te drogo y lo habría entendido, por qué confío en ti, cómo se supone tu deberías de confiar en mi. Pero preferiste pensar que perdería la cabeza contigo y no con ella.

—Confío en ti, por algo estoy aquí diciéndote lo que pasó.

—¡Después de un mes!

—¡No quería llegar a pelear contigo cada que viniera a verte! —se levanta, poniéndome a temblar, no le tengo miedo, pero me temo que el que me doble la altura me obligue a dar un paso atrás en mi rabia—. Te veo una vez cada dos semanas, ¿Te crees que tengo ganas de pelear cada que vengo?