𝐂𝐚𝐥𝐥 𝐈𝐭 𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐘𝐨𝐮 𝐖𝐚𝐧𝐭 | 𝐅𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜 𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬𝐜𝐡𝐞𝐥

∘₊✧─ CAPITULO 12 ─✧₊∘

Rachel.

—Agradezco demasiado que me hayan abierto sus puertas —abrazo a la madre superiora—, sé que Dios siempre lo hará —le sonrío—. Y estoy segura que fue el quien puso a mi madre en mi camino, también confío que él nos ayudará a olvidar diferencias y que ella mejorará.

Bueno, pues aquí estoy, dejando la misión sin que la afecte. Las órdenes de Parker y Christopher fueron: decirle a la madre que me llamaron de un hospital de Australia, en donde me dijeron que mi madre había tenido un accidente que la dejo muy mal y que necesitan un donador de sangre compatible. Esa soy yo. Si, ahora resulta que si tengo madre.

—Así será, Aline —me regresa la sonrisa—. Querrás seguir despidiéndote de las demás chicas.

—Ya lo hice, madre, las voy a extrañar mucho, espero que después de esto pueda regresar a visitar está preciosa iglesia y agradecerle de nuevo al señor por abrirme las puertas. Solo me falta despedirme del padre Santiago y de mis compañeras de habitación.

—Estará en su oficina, la misa de mañana es importante, seguro está organizando todo, pero no creo que se moleste si vas a agradecer y despedirte de él. Anda, hija.

Le doy otro abrazo, soportando las ganas de meterle un tiro, le doy un abrazo y me retiro. Avanzó por el sendero a la casa sacerdotal, tocó dos veces y me permite el acceso. Entro y dejo la maleta a un lado, avanzando hasta el despacho dónde está.

Me ve y se pone de pie, dejando de lado la biblia que estoy segura ni siquiera leía.

—Ya me despedí de todos... Mientras lo hacía ví a Beth mal.

Arruga las cejas.

—¿Cómo mal?

—Tiene una marca en el cuello, como si la hubieran asfixiado y... —trago saliva—, creo que abusaron de ella. No paraba de hacerme señales que medio entendí y todas eran referentes a los obispos. Creo que me pidió que la llevará conmigo, pero no estoy segura...

Se pellizca el puente de la nariz.

—Le dije a la madre que aún no me despido de ellas... Si quiero que se vaya conmigo, no creo que soporte estar aquí más tiempo, con lo que según se cayó de las escaleras, que todos sabemos, no es lo que pasó... Y ahora esto... No sé... Pero yo espero tus indicaciones, ¿Le digo algo o no?

Analiza las cosas unos minutos y al final asiente.

—Dile que te espere a las doce en la esquina donde siempre te recogen los escoltas, ¿Se ha duchado o algo? —niego, no parecía haberlo hecho, solo parecía que se cambió de ropa—. Bien, dile que aún no lo haga, si quiere que solo se lave el cabello para que simule que lo hizo. Avisaré a Parker que venga contigo y de ahí la llevan al hospital militar para que le hagan estudios. De todas formas mañana se les acaba el chistecito a todos aquí.

Asiento, me inclinó un poco y recibo su beso.

—¿Cómo te sientes?

Le sonrió. Me sigo sintiendo mal, de hecho, hace como una hora casi me desmayo, pero voy bien.

—Mejor. Voy a llegar a descansar, así que no te preocupes. Igual tu, ten mucho cuidado, ¿Si?, Que necesito que mis hijos tengan a su padre presente —«mis hijos», suena bellísimo.

Asiente y me da otro beso antes de dejarme ir.

Regreso abajo y voy a la habitación de nuevo, tal como deduje, sigue ahí, hecha un ovillo en la esquina de su cama.

Me mira y de inmediato se incorpora. Verifico que no haya nadie a mi al rededor y le doy un abrazo dónde indico que debe hacer.

—Bien, Beth, te irás conmigo, pero no puede ser ahora, a las doce voy a venir a esperarte con alguien en la esquina del lado derecho, no te duches para que podamos reunir las pruebas para denunciar. Solo lava tu cabello para que parezca que lo hiciste, y por favor, no le digas a nadie de esto. Porque desgraciadamente, te va a afectar más a ti que a mí, ¿Si? —asiente lentamente—. Si sientes que alguien te va siguiendo o te descubre, del lado de la fuente, en la pared que está medio cuarteada, hay un túnel, no lo vayas a tomar, es para que te ocultes mientras pase, o igual, corres a el lugar. Doce en punto, Beth.