Notas bajo el umbral (Tom Hiddleston & Matthias Schweighöfer Fanfiction)

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Terminamos al fin el último pedido, estaría feliz si no fuera porque hoy tengo la maldita cena. Camino a los vestidores pensando en que me hubiera encantado llegar a mi departamento a acostarme y no hacer nada, la semana ha sido tan estresante que dejó en segundo plano mis problemas sentimentales. Me distraigo de mis pensamientos al escuchar a Antonio recordándonos que mañana en la noche cenaremos juntos en la casa que comparte con Valentino para celebrar su ascenso, << Hace mucho tiempo que no voy a su casa>>, pienso mientras entro a los vestidores. Con rapidez sacamos nuestras cosas de los casilleros al darnos cuenta de que ya se nos está haciendo tarde, son las 15:40 h y debemos estar listos antes de las 18:00 h. Emprendemos nuestro viaje a mi departamento, en el camino vamos organizando todo lo que debemos hacer al llegar. Después de varios minutos al fin llegamos, al caminar por el pasillo que nos lleva a mi departamento, no puedo evitar mirar la puerta del departamento de Tom, no sé nada de él desde el día lunes en la mañana, dijo que me escribiría, pero nunca lo hizo, yo le escribí, pero nunca vio mis mensajes, << Tal vez ya no quiere saber de mí>>, pienso con tristeza mientras saco las llaves de mi departamento. Cuando son las 17:35 h, Valentino termina de peinarme, me colocó mis aros y quedo lista.

-Nosotros ya nos debemos ir a la iglesia. – Me dice Valentino mirando su reloj de pulsera. – Amiga si necesitas que te vaya a buscar, por favor escríbeme, yo me puedo escapar un ratito de la fiesta.

-Tranquilo, de seguro Mirta o el chofer de la pastelería me viene a dejar.

-Amiga por favor nos avisas cuando llegas. – Me dice Antonio mientras camina a la puerta de entrada de mi departamento.

-Ustedes también me tienen que avisar. – Les digo mientras los escolto.

-Ya amiga, que te vaya bien. – Me dice Valentino.

-Espero que ustedes también lo pasen bien. – Le digo para regalarle una sonrisa. – Muchas gracias por ayudarme a prepararme.

-De nada. – Me dice Valentino. – Gracias a ti por recibirnos aquí.

Mis amigos se van y me quedo dando vueltas en mi departamento, no había tenido tiempo para sentirme ansiosa por la cena de hoy, pero ahora estoy sintiendo como la ansiedad se apodera de mí, abro el ventanal de mi balcón para tomar aire, << Espero que Mirta no me deje sola>>, pienso mientras doy un fuerte suspiro. Al ver que ya son las 17:54 h decido bajar para esperar al chofer de la pastelería, me pongo mi abrigo, tomo mi pequeño bolso y salgo de mi departamento. Al llegar abajo me despido del conserje y salgo del edificio justo cuando uno de los autos de la pastelería llega por mí. << Debe ser una broma>> pienso al ver que la persona que maneja es Matthias, mientras saco mi celular de mi pequeña cartera para llamar a Mirta, Matt se baja del automóvil.

-¿Qué haces aquí? – Pregunto furiosa.

-Olimpia, tranquila. – Dice levantando sus manos.

-No me pidas que me tranquilice. – Le digo mientras llamó a Mirta.

Maldigo cuando Mirta no me contesta.

-Te lo puedo explicar. – Me dice Matthias nervioso.

-La que me tiene que dar una explicación es Mirta, no tú. – Le digo enojada mientras vuelvo a llamarla.

-Aló. – Me responde Mirta la llamada.

-¿Qué hace Matthias aquí? – Digo enojada.

-Olimpia, perdón, olvide avisarte que el chofer con él que hablé, no pudo ir a buscarte porque tuvo una emergencia familiar, yo ya estoy aquí porque estoy supervisando la entrega de los pasteles, así que no podía ir por ti. Llame a todos los que pude, pero la única persona disponible fue Matthias.