Adv : contenido para mayores de 18 años, ¡compañeros de cuarto! satosugu en lo de gojo, ser sorprendido, sexo oral. No corregido
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- GOJO SATORU
"T-toru, eso es perfecto, más rápido por favor", suplicas, enredando tus dedos en su cabello nevado y presionando su cabeza más cerca de tu coño goteante. Gojo te lo permite, gimiendo un poco mientras mete y saca sus dedos dentro de ti y lame tu clítoris.
Inhalas con fuerza, arqueas la espalda y la levantas de la cama; una mano grande te abre los muslos y los presiona contra el edredón que está debajo de ti.
"Oh, me voy a correr", gimoteas, sacudiendo las caderas hacia sus dedos desesperadamente. Sus brillantes ojos azules se posan en los tuyos, y él está a punto de verte desmoronarse cuando...
—¡Eh, Satoru! —grita alegremente el compañero de piso de tu novio, Geto, desde detrás de la puerta. Antes de que alguno de los dos pueda responder, la puerta se abre y él entra a grandes zancadas, mirando su teléfono. — ¿Qué quieres cenar esta noche? Voy a salir a hacer compras y... —levanta la mirada y una almohada le da en la cara.
—¡Sal, Suguru! —grita Gojo, cubriéndote con parte del edredón.
Geto se ríe torpemente, un rubor florece en su rostro, y se disculpa rápidamente antes de salir y cerrar la puerta.
"¡También!", llama Gojo, mirando hacia la puerta mientras se sienta a tu lado, "¡tonkotsu para la cena de esta noche!"
- KENTO NANAMI
"Mierda", gime Kento en voz baja, presionando tu cabeza aún más contra su pelvis, su polla deslizándose por tu garganta. Mechones rubios se extienden alrededor de su cabeza mientras cae sobre los cojines del sofá detrás de él, sus ojos se cierran revoloteando.
Tus suaves manos acarician las partes de su pene que no caben en tu boca, sonidos húmedos se mezclan con tu ahogo y llenan la habitación. "Ángel", suspira, sus dedos frotando suavemente tu cuero cabelludo, "esto es perfecto, me encanta cuando tú..."
Un tono de llamada familiar interrumpe su frase y su rostro se tuerce con fastidio mientras levanta las caderas y saca el teléfono del bolsillo trasero con la mano libre.
—Lo siento. Soy Ijichi. —Kento responde el teléfono, su polla comienza a ablandarse en tu boca.
Tus ojos se encuentran con los suyos mientras te deslizas traviesamente a lo largo de su polla, tus labios succionan suavemente su punta. Kento se sienta, sus ojos se abren y está a punto de decirte algo cuando golpeas hasta el fondo, colocando tus manos en sus muslos para apoyarte.
Jadea con fuerza, casi dejando escapar un gemido; tranquiliza a Ijichi, que parece preocupado.
"Oh, sí, estoy bien. Casi se cae algo de mi estante, eso es todo..." Su voz se apaga y sus ojos se cierran, su polla está lo suficientemente dura como para cortar diamantes.
