Capítulo 8 - Ego

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El grupo de Rey examinaba detenidamente la próxima nueva creación de Kiara, y, aunque no entendían demasiado de robótica, todo lo que estaban viendo les estaba preocupando. Los planos mostraban funciones como un lanzallamas o una barrera eléctrica, y el tamaño en general del robot era exagerado. Definitivamente, tenían preguntas, y dudas.

— Kiara, todo esto... — Taliba fue la primera en poner voz a esas dudas. — ¿No es excesivo? —

— ¿C-Cómo que... Excesivo? — Kiara parecía confundida. Y había algo en su mirada que le instaba a Rishabh a tomar la palabra.

— No queremos juzgarte. Solo pensamos que esto parece... Un arma militar. — Aclaró él. — No estamos seguros de para qué quieres hacer esto. —

La ingeniera, sin embargo, se vio incapaz de responder. Ping quiso tratar de indagar en el asunto. — Este robot... ¿Omicron, se llama? Parece muy peligroso. —

— ... No lo entiendo. — Declaró Kiara.

— ¿Kiara? ¿Estás bien? — Preguntó Elizabeth.

— ... ¿P-Por qué os importa lo que haga yo con mi trabajo? —

Rey se aproximó a Kiara. — Nos importa porque estás haciendo esto bajo la supervisión de la Fundación Futuro. Y esto es un arma, o al menos parece una. — Trató de explicar. — En serio, de verdad que no tratamos de ofenderte. Pero casi parece algo creado por Doom... —

— ... — Kiara apartó la mirada.

— Lo preguntamos en serio, Kiara. — Rishabh siguió hablando. — ¿Para qué necesitas esto? —

La rubia se volvió a quedar callada, mirando al suelo. Su mirada parecía de rabia y frustración. Las cruces en sus ojos brillaban con intensidad.

— ¿Kiara? — Elizabeth le tocó en el hombro. — Por favor, respóndenos... —

Sin embargo, ella se apartó. — ... ¿Vosotros también? —

— ... ¿Qué? — Rey parecía sorprendido. — ¿Qué quieres decir con-? —

— Vosotros también me acabáis juzgando... — Dijo ella, en voz baja, para después alzar la voz y mirarlos a todos con una expresión estresada y rabiosa. — ¡No necesito vuestra opiniones! —

— Kiara, espera... Por favor, escúchanos... — Rishabh intentó calmarla, a lo que se unió Ping.

— Solo queremos saber en qué estás pensando... — Dijo le chique.

— No os hace falta. ¡M-Me voy! — Y sin embargo, la ingeniera se dio media vuelta, abandonando su taller y al resto del grupo.

Al final, la chica se fue en dirección al ascensor, y acabó bajando a la planta baja y abandonando el edificio de la sede. Por el camino, sin embargo, se cruzó con Sumika.

— Oh, ¡Kiara! Quería... — Ella intentó acercarse a la niña, pero fue en vano. — ... ¿Kiara? —

Su paciente pasó a su lado sin percatarse de que le habían llamado la atención, saliendo de la sede por la puerta principal. — ¿Kiara...? —Sumika estaba estupefacta. Poco después, Rishabh y Elizabeth aparecieron detrás de ella.

— ¡S-Señorita Sumika! — Elizabeth fue la primera en hablar. — ¿Ha visto usted a Kiara? —

— Acaba de... Pasar de largo por mi lado. Creo que ni me ha visto... — Dijo, mirando en dirección a la puerta. — ¿Qué ha ocurrido? —

— Ven con nosotros a su taller. — Concluyó Rishabh. — Se lo explicaremos todo allí. —

[...]

Kiara Sharon - MastermindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora