HCY | 014.

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Me puse de pie, con toda la seguridad posible para que todas las tazas de café no terminaran en el suelo. Como siempre, esta era la segunda vez en el día en la que me mandaban a la cafetería de la empresa, para que cumpliera con sus caprichos, como si yo fuese un tipo de criada para ellos, solo podía pensar que esto acabaría en algún momento. 

Caminé poco a poco, hasta llegar a la sala de reuniones donde estaban un par de socios mayoritarios, hablaban de temas que realmente no entendía por estar concentrada en no equivocarme de cafés. Dejé el último en el escritorio, enfrente del director del departamento de recursos humanos, si no me equivocaba. Luego de una reverencia para aquellos que parecía que no se dieron cuenta de mi existencia, salí de ahí, agotada, física como mentalmente. 

Era tan normalizado este tipo de trato, ni siquiera me sorprende, solo me cansa. Suspiré detrás de la puerta, tomando las fuerzas del fondo de mi alma para continuar, al menos ahora tenía mi hora de descanso. 

Fui hasta mi cubículo en la oficina, donde tomé la bolsa que tenía mi comida. Así como todos los días, me dirigí hasta la azotea, donde tal vez llegaría Bae que no lo he visto en todo el día. Las cosas se complican en la empresa, mucho trabajo, nuevos productos, por eso casi todos estaban estresados, y yo por servir de camarera. 

Una vez llegué, me senté cerca de las barandas, viendo más de cerca la carretera y los edificios. Hace bastante sol que opaca el frío aun de invierno. Saqué solo un taper de comida, ya que solo pude prepararme 3 rollitos de kimbap, y coger unos sushis que tenía por ahí, casi no me dio tiempo de nada. Empecé a comer, trayéndome a la memoria lo que ocurrió anoche. 

Solté una sonrisa mientras masticaba. El director Jeon sí que besaba increíble. La forma en la que de pronto se acercó a mí, tomando mi rostro con sus dos manos para besarme, fue tan mágico, como introdujo su lengua y buscaba la mía desesperadamente. No puedo creer que eso sucedió, hasta apareció en mis sueños para confirmármelo una y otra vez. 

Olía bastante bien, una fragancia tan penetrante e inquietante que hizo palpitar mi corazón con nervios, sus ojos tan idos y centrados en mí… 

No era solo el hecho de que me besó –vaya que es importante–, sino que me pidió salir a cenar. Si lo pienso bien, fui tan tonta en no darle mi número o pedirle el suyo, pero es que todo fue sumamente rápido. Me deja pensativa el hecho de lo que sucederá esta noche, ¿estará afuera esperando por mí? ¿Iremos a un restaurante superchulo? Teniendo en cuenta que siempre quiero que acabe el día, hoy existe otro propósito. 

—Hwang. 

Miré en dirección al dueño de la voz, se trataba de Bae, ya estaba por aquí. Se acercó a mí, junto a su lonchera de comida, sentándose a mi lado. 

—¿Qué tal? Veo que seguramente has traído bastante comida. 

—Tienes razón —Colocó la lonchera en sus piernas, para abrirla y ver como era verdad—. Mi madre vino a visitarme ayer a casa, con cientos de tapper de provisiones, tengo comida para un mes. 

SHAMELESS GAMES » JJK [Older #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora