EIDEN (novela de Calum Hood)

Capítulo 16

Antonella:

Luego de que Michael se fue a nosecuantos kilómetros por hora, entré al instituto.

Estaba tan molesta y triste. Sentí como mi corazón se rompió cuando escuché la voz de aquella chica.

-Hey- dijo alguien a mis espaldas. Estaba en la cafetería, y sinceramente quería estar sola.

Giré mi cabeza y vi a Ashton mirándome con una pequeña sonrisa.

-¿Qué quieres?- le pregunté.

Él me miró confundido y se sentó junto a mi.

-¿Te pasó algo? Es que siempre estas rodeada de personas- me dijo un poco preocupado.

-No eres quien para preocuparte por mi- le dije molesta. Él suspiró y poso su vista en su almuerzo.

-Venia a disculparme. Por todo- dijo.

Lo mire un segundo y luego pensé un par de segundos. El daño que me había hecho Ashton ni se acercaba al que me hizo Calum.

-Se que estas saliendo con Calum y toda la historia, pero podríamos ser amigos- agregó y me miró.

Dolía el saber que lo mio con Calum había terminado, pero al mismo tiempo era un alivio ya no salir con él.

-Esta bien, te perdono- le dije.

No había porqué tener rencor.

Una sonrisa se formó en su rostro.

-¿En serio?- preguntó sorprendido.

-Supongo que sí, pero tu sabes... Costará que las cosas vuelvan a ser como antes- le dije. Él asintió muy rápido con la cabeza y se acercó a abrazarme.

Me sorprendí pero sonreí y luego solté una risita.

[...]

Cinco horas más tarde, ya estaba de vuelta en casa. Se que sonara raro, pero estaba otra vez junto con Ashton. Íbamos a hacer un trabajo para Inglés.

Traté de llamar a Michael, pero no me contestaba. Me dejó bastante preocupada.

Eran las cinco cuando terminamos el trabajo, el cual nos tomó tan solo veinte minutos. Así que Ashton decidió que era hora de irse.

Tomó sus cosas, bajamos las escaleras y le abrí la puerta principal. Pero nos encontramos con algo bastante inesperado, y algo aterrador.

-¿Qué mierda te pasó?- pregunté molesta, porque en mi mente ya sabía lo que había pasado.

Estaba lleno de sangre en la cara y en los puños. Llevaba la camiseta rota en las mangas y se podía ver que tenía varios cortes alrededor del abdomen y brazos.

¿Eso que tenía en el antebrazo era una mordida?

-¿Qué carajos te hizo?- pregunté esta vez más asustada. El simplemente me hizo a un lado y subió las escaleras. Luego sentí como encendía la llave de la ducha.

-¿Cómo llegó a tener una mordida en su brazo?- le pregunté a Ashton sin esperar una respuesta.

-Tiene perros entrenados. Dos rottweilers- dijo rápidamente. Lo miré incrédula.

¿Cómo Calum podría llegar a aquel nivel? Esos perros podrían haberlo matado.

-¡LO ODIO!- grite muy fuerte. Ashton se sobresaltó y posó sus manos en mis hombros.

-Tranquila- me dijo dulcemente. Le quité las manos bruscamente.

-¿CÓMO QUIERES QUE ME TRANQUILICE?- grité caminando de un lado para el otro -¡LO ODIO!- volví a decir y luego respire hondo.