Capítulo 5:

133 11 5
                                    

Comencé a caminar, estaba como a unos...dos kilómetros, creo que esta cerca.

Estaba ya a mitad de camino, cuando a lo lejos veo a tres chicos caminando hacia mi lado, me agarro un escalofrío.

-Tranquila, solo pasa entre ellos, todo estará bien- me dije a mi misma, aunque estaba que casi temblando de miedo.

Ya a dos metros de ellos, pude notar que estaban borrachos, mierda.

Cuando me vieron, comenzaron a reír sin razón. Luego se acercaron a mi, ya sentía como me temblaban las piernas.

-Miren que tenemos aquí- dijo uno y me tomó del brazo.

-Una linda señorita- le contestó otro y me tomo de la barbilla, me moví para apartarme.

-Uh, y tiene carácter- dijo ya el tercero, tengo miedo, mucho miedo.

-¿Sabías lo que hacemos con las mujeres con carácter?- me preguntó el primero, negué con miedo, ellos rieron.

Supuse que eran una buena oportunidad, así que me di media vuelta y comencé a correr.

Sentí sus rápidos pasos cada vez más cerca de mí, estoy perdida. Uno se lanzo sobre mi y me tiró al piso, haciéndome dar un gran golpe en la cabeza

-¡Por favor déjenme en paz!- les grite mientras lloraba, sabía que iba a ser un vano, pero estaba desesperada y al parecer Eiden no me quería ayudar.

El hombre me dio vuelta y río

-Mírala, débil, sin nada porque hacer- dijo y sacó algo de su chaqueta, un cuchillo.

-¡Ayuda! Necesito ayuda! ¡Ayúdenme!- grité rezando a que alguien llegue, o me escuche.

Cerré los ojos para esperar a que pase, que me maten o no se.

Pero todo dio un giro de 180° cuando veo que alguien llega y golpea a los tres chicos, dejándolos en el piso.

Miraba a aquel chico sin poder verle el rostro, ya que estaba todo bien oscuro. Luego de toda la pelea, se acercó a mí y me ayudo a levantarme.

-¿Estas bien?- me preguntó mirándome de arriba a abajo.

-¿Quién eres?- le pregunte, me sonaba su rostro, pero no lo reconocí.

-¡Calum!- me dijo, oh dios, ¿cómo no me di cuenta?

-Oh, gracias- le dije y lo abrace.

-Aún tiemblas, tranquila- me dijo mientras me frotaba la espalda, agradezco tanto que él haya aparecido.

-Creí que...- le dije sin terminar la oración, ya que apenas podía hablar.

-No te iba a pasar nada. Y no te pasara mientras estés conmigo, ¿okay?- me dijo, asentí con la cabeza. ¿Que carajos es esto? La última vez que hable con Calum, fue una charla en biología y, ¿ahora me cuida a muerte? No entiendo nada.

-¿Donde vives? Te acompaño- me dijo, le hubiera negado si no tuviera tanto miedo, pero creo que es mejor para todos.

-Seis cuadras hacia a-allí- le dije señalando hacia nuestra derecha, el miro -¿Vamos?- me preguntó, asentí, pero mis piernas no se querían mover.

-Y, ¿si se levantan?- le pregunté señalando a los hombres tirados en el suelo.

-No lo harán, lo prometo- me dijo, me acerque a él y comenzamos a caminar hacia 'mi casa'.

Miraba hacia todos lados, y ¿si aparecen otros? ¿con armas? Bueno, estoy siendo demasiado paranoica.

Ya en la puerta del laboratorio, que gracias a dios parece una casa, me despedí de Calum.

EIDEN (novela de Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora