II-Desperado.

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Luego de sellar su pacto y de establecer cómo llevarían su noviazgo en respecto a todos los ámbitos, los flamantes tórtolos permanecieron un rato más acurrucados en el sillón, charlando ocasionalmente y recibiendo mimos de parte del otro. Hubo uno que otro beso y caricias traviesas que llenaban la habitación de risas y suspiros y era comprensible tratándose de una experiencia nueva para ellos al entrar en esta faceta de su relación.

El tiempo pasó volando y al percatarse de la hora y por más tentador que sonara quedarse a dormir, Carlos avisó que se tenía que ir aunque no quería y por lo visto en su expresión, Sergio tampoco pero era lo mejor.
Iban a hacer las cosas bien y en estos días que eran de Gran Premio no podían distraerse ni dejar que ésto interfiera con su trabajo, en eso quedaron.
Ya habría tiempo para citas de todo tipo y quién sabe, pasar la noche juntos cuando llegue el momento, siendo sinceros no veían la hora para aquello.

Checo acompañó a su novio hasta la puerta, éste salió y dió la vuelta para despedirse, se acercó al castaño y lo besó una última vez corta y sonoramente. Se separaron para mirarse otra vez con esas sonrisas bobas que no se les borraban desde hace dos horas. -Buenas noches Chili.- habló primero Sergio en un tono bajo a la par que colocó su mano en la mejilla del de Ferrari.
-Descansa cariño.- contestó Carlos disfrutando del tacto que le ofrecía el contrario sonrojado por ser llamado con ese mote.
El español comenzó a retirarse para dirigirse a su habitación una vez dejó de sentir el contacto de su amante, suerte que les tocó compartir hotel porque ya era algo tarde, sólo tendría que bajar unos pisos y estaría en su suite. Parecía un hombre nuevo, cualquiera que lo viera podría asumir que tuvo un gran día y así era.

Sergio se quedó observando desde la entrada del cuarto cómo Carlos se alejaba, con su cabeza recargada en el marco y brazos cruzados.
Entró en cuanto el más alto se perdió por los pasillos y se dispuso a prepararse para dormir. A decir verdad, no estaba tan cansado sin embargo presentía que dormiría muy bien esa noche y quizá alguien muy especial aparezca en sus sueños .

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El mexicano seguía en la cama recapitulando los sucesos del día anterior, asimilando que todo en realidad sucedió y no fue una alucinación. Admiraba lo que alcanza a ver por la ventana desde donde estaba acostado hasta que tomó su celular del buró junto de él.
Primero desactivó su alarma antes de que perturbara el silencio, se despertó primero, sorprendente pues casi siempre requería de toda su voluntad para levantarse temprano y requería de un despertador, ahora fue distinto y las ganas que tenía por ver al galán que tenía por novio pudieron haber influido, o no.
Seguía con su móvil leyendo algunos titulares de las noticias mas destacadas del día, en eso la notificación de mensajes atrajo su interés, abriendo la aplicación ahí estaba el único texto que había recibido. El nombre de Carlos resaltaba indicando que su chat tenía mensajes nuevos y lo abrió ansioso.

*Buenos días corazón. ¿Quieres que desayunemos juntos? 😘*

Ahí estaba de nuevo esa tonta sonrisa dibujada en su rostro que se sentía caliente debido al sonrojo ante el apodo cariñoso, de nuevo, volvía a ser un adolescente. Esperaba no acostumbrarse pronto ya que las cosquillas recorriendo su cuerpo eran agradables y adictivas a este punto.

*Buen día a ti también.

Por supuesto, dame diez minutos y en seguida bajo cielo. 😍*

Respondió a la invitación y se apresuró a darse un baño y vestirse para llegar a tiempo con el madrileño.

Arreglado y perfumado se detuvo en la entrada del restaurante del hotel, sacó el teléfono de su bolsillo para preguntar a su novio si no tardaba aunque no fue necesario porque lo estaba viendo justamente frente a él cada vez dando zancadas más grandes para estar a su lado prontamente.
Se saludaron con un abrazo, Carlos se atrevió a dejar un casto beso en la mejilla del mexicano y entraron.
Eligieron una mesa en el rincón para disfrutar un poco de privacidad y tiempo en pareja. Después de ordenar la comida, comenzaron a platicar en lo que esperaban.

El Encanto Que Provocas ||Cherlos||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora