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Suspiro tratando de tranquilizarme-¿Katsuki-kun?- toco la puerta despacio y escucho un gruñido de la parte de adentro de la habitación -Yo... Me preguntaba si tú querrías comer algo conmigo- guardé silencio para oír su respuesta

La puerta se abre abruptamente dejándome ver a un rubio con los ojos rojos y un poco hinchados pero con cara de cansancio.

-Espero que no te moleste mi idea, es solo para que te sientas mejor- baje la cabeza viendo mis manos- si no quieres está bien, puedo irme y darte tu espacio pero, si no es así y me das una oportunidad te puedo enseñar lo que hago cuando las lluvias estropean mis planes- sonrió con confianza para él- déjame mostrarte que hay más en la lluvia que solo malos recuerdos, hay cosas que puedes hacer solo si te das una oportunidad- Silencio.

Solo me hizo a un lado y subió las escaleras.

Ok, eso me hizo sentir como un tonto. Quizás si quiere estar solo, quizás no quiere hablar con nadie, quizás solo quiere tomar una siesta, quizás solo quiere comer, tal vez lo estoy molestando o incomodando, debería irme.

-Oye-

Debería irme a mi casa y ver mis películas románticas mientras me ahogo en helado.

-¿Que diablos estás haciendo?-

Tomar un larga ducha con agua caliente después.

-Te estoy hablando-

Preparar una sopa e invitar a Uraraka para que se quede conmigo.

-¡Oe Izuku!- una almohada se estrella en mi cabeza haciendo que me tambalee- te estoy hablando nerd- me volteo con la almohada en las manos

-¿Ne-necesitas algo?-

-Si, que dejes de murmurar de una jodida vez y me digas que carajos es lo que quieres hacer, no tengo toda la vida-

Sus palabras me toman por sorpresa y me toma un momento analizarlas. Espera un momento, él quiere que hagamos lo que dije, me está dando una oportunidad.

-¡Ah sí! Claro- sonrió en mi lugar y camino hasta el sofá.

Terminó de bajar las escaleras y aquí es donde me doy cuenta de la fuerza que usó para tirarme la almohada desde las escaleras hasta la puerta frente a la habitación donde estaba parado.

-Fui a la tienda y compré algunas cosas para nosotros, si aceptabas que pasara la tarde contigo... O sea acompañándote y así- Nervioso trato de no decir algo que lo incomode.

Asiente y se agacha recogiendo de debajo de la mesa una bolsa que sabía exactamente que era, las mascarillas que compré para los dos, automáticamente cerré la boca y me acerqué despacio.

-¿Que es esto?- procede a abrirlo y me tiro hacia él para tratar de quitárselo.

-¡Nada!- me esquiva.

-¡Dámelo!- vuelve a esquivarme.

-¡No lo abras!- corre hacia el pasillo y voy detrás de él.

-¿Que hay aquí que es tan importante como para que hagas todo este escándalo?- corre otra vez hacia el sofá y me quedo del otro lado-¿Quieres que lo abra?- pregunta con burla y yo niego deslizándome hacia la izquierda.

-¿Porque no?- se desliza hacia su derecha

-Por que es vergonzoso- respondo sintiendo mis mejillas rojas- solo dámelo- corro hacia él y me tiró en su espalda.

Los dos caemos al piso y la bolsa se desliza lejos de nosotros así que aprovecho, me levanto y gateo hasta ella y cuando estoy cerca siento como me agarra de los tobillos y me jala hasta atrás con fuerza, peleo para soltarme y escucho una risa proveniente de él, me suelta y corre hacia la bolsa, la abre y saca su contenido.

Después De La Lluvia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora