Capítulo 15

217 22 4
                                    

Tenía el ceño ligeramente fruncido, mientras que su cuerpo permanecía  rígido como roca.

— Abuela creo que ya fue suficiente —dijo Aratani mientras veía a su abuela masajear el tobillo de Wakatoshi.

De pronto, le dobló el pie haciendo que este diera un quejido de dolor.

— ¡Listo! ¡Terminé!— dijo la anciana vendando el pie de Wakatoshi— He hecho esto varias veces, el padre de Aratani constantemente se lastimaba, y yo lo ayudaba con sus lesiones.— es algo que debes aprender, Aratani.

— ¿Él está bien? —preguntó en un susurró a la anciana.

Ella asintió muy segura.

— Déjemoslo descansar, Aratani. —dijo la abuela saliendo de la habitación.

— ¿Te duele mucho? —preguntó sentándose en el tatami.

— Un poco, pero ya pasará el dolor con los días. —dijo Wakatoshi mientras veía detenidamente como Aratani jugaba nerviosa con sus manos.

— Sí, ya verás que en unos días te sentirás mejor, y aprovechas en ir a las aguas termales.— dijo mientras se acomodaba un mechón de cabello.

— ¿Te pasa algo en las manos? —dijo extrañado.

Aquello la agarró desprevenida.

— ¡No, nada!

— Pensé que irías conmigo a las aguas termales —dijo tranquilo.

Aratani enrojeció con fuerza.

— ¿¡Osea, te refieres a entrar los dos juntos!?

— Si —respondió tranquilamente.

De pronto escuchó a su abuela llamarla. Ésta rápidamente salió de la habitación dejando confundido a Wakatoshi. 
La verdad es  que Wakatoshi nunca había entrado a las aguas termales con una mujer más que su madre, y cuando éste era aún un niño.







(...)

Bajó las escaleras, cruzó el pasillo para llegar a la cocina donde se encontraba su abuela picando vegetales.

— Aquí estoy abuela —dijo Aratani.

— Ara-chan, necesitamos hablar de algo importante — la anciana en eso cerro la puerta y se sentó en el pequeño comedor de la cocina.

Hizo un ademán de manos para que su nieta se sentara a su lado.

— ¿Pasó algo, abuela? —preguntó confundida.

— Debemos tener esa charla sobre sexualidad... —dijo la abuela mirando fijamente a su nieta, quien rápidamente volteo los ojos a otro lado— ¿Tu tío Tatsuke no te habló nada al respecto?

— Algo por el estilo, pero fue incómodo —dijo haciendo un mueca.

La mujer le puso una mano en el hombro.

— En estos momentos son los que hacen más falta tu madre—dijo triste.

— Abuela, no es necesario que hablemos de esto. En la escuela ya nos hablaron sobre todo al respecto. —respondió Aratani.

—¿Hasta de métodos anticonceptivos? 

Ella asintió.

— Yo no me opongo a que lleves una vida sexual activa a esta edad, los jóvenes son muy curiosos. Además no quiero que estés mal informada, como una vez pasó con tu padre en su juventud. —la anciana tomó suavemente el rostro de su nieta.

Dopamine /Ushijima WakatoshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora