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La mañana resplandecía con una hermosa intensidad, los pétalos de las rosas eran dibujados con pequeñas gotas por los aficionados del arte. El aire mecía la hojas de los árboles a la par del canto de los gorriones. El cielo estaba tan despejado como un mar profundo. El paisaje no era cubierto por una espesa neblina como en la llagada de Brianna, era diferente, era tan alegre como el corazón de la pelinegra.

La cantante se encontraba de camino a su salón de clases. A pesar de que a primera hora escucharía las extenuantes charlas de la profesora historia, se encontraba contenta.

Brianna llegó puntual a clases. Se sentó en su pupitre situado al lado de Dina.

La pelirroja estaba ocupada conversando con otras chicas pero en cuanto vió entrar a la pelinegra terminó su conversación y se acercó a la cantante.

_Pronto llegará la profesora Alexa.

Se lamentó la pelinegra ya sentada en su pupitre. La pelirroja hizo lo mismo para luego abrir la boca.

_Ánimo. De seguro hoy no es tan exasperante como siempre.

_ Eso espero.

La pelinegra soltó un largo suspiro, mientras que la pelirroja abrió su libreta.

_¡ Buenos días clase!

Todos los alumnos prestaron atención a una mujer de cabello corto y castaño.

_¡Buenos días profesora!

Respondieron a coro todos los presentes.

_Mi nombre es Clara y de ahora en adelante yo seré su profesora de historia.

Todos los alumnos comenzaron a murmurar. La mayoría de los de la clase odiaban a la profesora Alexa.

¿Pero que pasó con esta?

_Disculpe...

Pidió la palabra Brianna mientras levantaba la mano.

_Sí, diga._ La profesora Clara le dió la palabra.

_¿Qué sucedió con la profesora Alexa?

La nueva profesora guardó silencio por unos minutos, sembrando intriga en Brianna, y luego habló.

_Tuvo que irse de la escuela por problemas personales... Ahora comencemos con la clase.

Brianna y Dina se miraron confundidas. Estaban tan sorprendidas que poco les faltó para olvidar prestar atención a la clase.

Aquello dió vueltas en la cabeza de Brianna durante el resto del día. Todo eso le faba mala espina. O talvez solo era imaginación de ella.

Pero si así fuera, ¿ Por qué la profesora Alexa se fue repentinamente? Ni siquiera se despidió. Al menos hubiera anunciado que se retiraría.

<Deja de pensar Brianna, te vas a comer la cabeza>

_¿ Por qué esa cara tan larga? Deberías estar festejando.

Interrogó la pelirroja a su amiga, en la habitación de ambas, sacándola de sus pensamientos. Pues a Brianna se le notaba pensativa.

_¿ No crees qué algo está mal? Hay algo que no encaja.

Divagó la pelinegra.

_ Leer tantos libros de misterio te estan haciendo daño amiga. Estás exagerado.

_Tienes razón, estoy siendo muy dramática._ La pelinegra suspiró hondamente y miró a su compañera_Pero si debería ser dramática en cuanto a la limpieza. ¡Dina esta habitación parece un chiquero!

LúcidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora