Melissa, la hermana menor de Meliodas, Zeldris y Estarossa. Como la hija más joven del Rey Demonio, Melissa es tratada como una preciosa joya, protegida del campo de batalla y criada como una princesa demonio. Su cabello dorado, sus ojos verdes y su...
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A la mañana siguiente, Percival y sus amigos (Anne, Nasiens y Donny) fueron convocados al salón del trono. La expectativa y la emoción flotaban en el aire, pues era la hora de conocer en persona al legendario Rey de Liones, Meliodas.
Al llegar al majestuoso salón, sus ojos se encontraron primero con Elizabeth, la reina, quien los recibió con una cálida sonrisa. Sin embargo, fue la figura a su lado la que captó toda su atención.
Frente a ellos, sentado con una actitud relajada, había un joven chaparro de cabello rubio y ojos verdes.
Por un instante, se miraron entre sí, confundidos.
Anne parpadeó, Nasiens inclinó la cabeza con curiosidad, y Donny... no pudo contener una carcajada.
—¿Ese chaparrón es el rey? —soltó entre risas, sin poder creerlo.
Meliodas, lejos de molestarse, levantó una ceja y sonrió con diversión, pero antes de que pudiera responder, las puertas del salón se abrieron de golpe.
Todos voltearon y vieron entrar a una mujer de imponente presencia. Tenía el cabello rosado que caía en suaves ondas y unos profundos ojos azules llenos de determinación. Era alta, mucho más que el supuesto "rey chaparro", y llevaba un aire de seguridad que hizo que el grupo de Percival se pusiera alerta.
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—Así es. Mi hermano chaparro es el Rey de Liones. —afirmó con una sonrisa burlona mientras cruzaba los brazos— Y, por cierto, tiene más de 3000 años, así que técnicamente es un anciano.
Meliodas suspiró y rodó los ojos, pero no la interrumpió.
Melissa avanzó un par de pasos y se detuvo frente a los chicos, observándolos con una mezcla de interés y diversión.
—Soy Melissa, la hermana de este enano y la tía de Tristán. Pero pueden decirme Mel.
Percival y sus amigos seguían en shock. No solo el rey era completamente distinto a lo que habían imaginado, sino que su hermana, Melissa, parecía tener una personalidad igual de intensa.
Donny carraspeó, intentando no volver a reír.
—Bueno... esto es más interesante de lo que esperaba.