>×Capitulo 16×<

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Narra Jaehyun:

Asustado.

Estaba muy asustado.

Después de que Dongyoung me encontrara con la vecina en una escena tan "comprometedora".

Ella tocó la puerta, la cuál abrí sin saber que era ella, ingresó con total frescura para preguntarme si podía ayudarle con una fuga de su baño. Le respondí que no era bueno en eso, siendo una mentira, pero era obvio que no la quería cerca.

Ella notó que Dongyoung no estaba y aprovechó para acosarme. Fui débil y tonto, me agarró desprevenido y me besó. No pasaron muchos segundos antes de que reaccione, pero en ese momento llegó Dongyoung y sentí mucho temor a que piense que lo estoy engañando con ella pero él solo sonrío de una manera muy extraña.

—Te dare una oportunidad Somi. - ella mira a mi esposo con diversión.- Vete antes de que salgas perjudicada. Y no es una advertencia, es una amenaza.

Ella ni se inmuta y solo sonríe volviendo a acariciarme, la empujo un poco para alejarla de mi pero creo que usé mucha fuerza y ella cae al suelo bruscamente.

—Lo siento, lo siento. - me preocupo y tomo su mano para ayudarla a levantarse. Un jalón y siento mi cuerpo caer sobre ella, entonces, entendí que fingió su caída al suelo - Somi, no. - desvío el rostro cuando intenta besarme, sujetada de mi cuello como koala.

Escucho el bufido de Dongyoung y como me ayuda a alejarme de ella.

—Por dios, ten dignidad y respeto querida, es un hombre casado... ¿Qué no te enseñaron a respetar eso?- reclama mi esposo a la mujer en el suelo.

Como si fuera un campo de lucha libre, Somi jaló del brazo a Dongyoung y lo tumba debajo de ella.

Que mujer más fuerte.

Quedo asombrado.

—Es verdad, no tengo dignidad porque no me gusta perder fácilmente pero si hablamos de respeto que hipócrita eres Dongyoung. Yo siento que eres de los mios. Tu actitud lo dice todo. - murmuró Somi tomando a Dongyoung del rostro con sus uñas largas.

Mi cuerpo se queda estático y no soy capaz de mover un músculo para hacer algo. Y eso es lo que odio de mi. Observo como se dan revolcones en el suelo y en una de esas, ella gime de dolor.

—¡ldiota! Me he roto la uña. - se queja la rubia.

—Lo siento por ti querida. - sonríe de lado - No, en realidad no lo siento. - le responde.

Como si fuera en cámara lenta observo como Dongyoung la levanta del brazo aprovechando que ella está entretenida en su uña, a pesar de los insultos que lanza, logra sacarla de la casa.

—Listo, problema resuelto. - dicho eso le cierra la puerta entre risas. - ¡Qué atrevida! ¡Descarada!

Mi boca y ojos se quedan abiertos de más ante lo que hizo.

—Maldita, posó sus labios donde no debía. - murmuró cruzado de brazos.

Una sonrisa se escapa de mis labios sin poder controlarlo. Me acerco a él para abrazarlo pese a que este molesto por lo sucedido.

-Discúlpame por lo que paso. - digo y sonrío más cuando entrelaza sus brazos alrededor de mi cuello— Debí hacer algo y no quedarme como idiota cuando ella te atacó, me falta carácter, lo sé, pero tu solo te has encargado de ella muy bien. - lo último bromeo para aligerar el ambiente, en el proceso lo hago sonrojar.

¿Dongyoung sonrojado?

Se ve más hermoso con ese leve rubor en sus mejillas.

—Tonto.- me golpeó suavemente en el brazo.

Hace un bello puchero con los labios, lo beso con cariño. Aprecio sus hermosos ojos, los cuales recién noto que los tiene más saltones y alegres. A comparación del rostro inexpresivo que me ponía antes, este me gusta más, porque en su mirada y en sus gestos puedo notar que le gusta estar cerca de mi presencia, que ama besarme y decirme palabras de amor.

—¿Dónde está Jeno?

—Está dormido, después de jugar un rato se agotó y quedo dormido.- explico. No sé porque mi hijo salió tan dormilón.

Dongyoung carraspeó.

—Preparare el almuerzo - informa separándose de mi. Se dirige a la cocina, así que lo sigo para verlo desde el umbral de la puerta.

Lo noto diferente de muchas maneras y esos cambios me enamoran por completo de él, esta vez de verdad me enamoré de Dongyoung. Muchas veces mentí cuando le dije que lo amo y él lo sabía pero en realidad solo lo quise como a un amigo y mi esposo que es, pero ahora todo es distinto. Nuestra relación toma forma, es más romántica, apasionada y centrada, las cosas se sentían seguras.

Y reales.

Me he enamorado de él, debo agradecer ese viaje cuando se fue donde Doyoung, porque funcionó y ahora amo de verdad a mi esposo, como debí hacerlo desde hace años.

(...)

—¿Está delicioso? - pregunta cuando dí un bocado a su platillo.

Un poco salado pero con un delicioso sabor. Decido no decirle nada de su problemita con la sal o le bajonearia el ánimo después de que se esforzó tanto.

—Riquísimo.- le mando un beso volado pero Dongyoung me toma del cuello y me acerca a su rostro para besarme.

Cierro los ojos ante esa sensación tan cálida que siento cuando estoy con él. Se separa después de haberme besado con intensidad y me guiña el ojo.

—En la noche te dare algo más que besos. - dijo Dongyoung con un tono atrevido que logró erizar mi piel.

Y con solo su voz logra que tenga deseos apasionados.

Carraspeo y continuo dando bocados a su deliciosa comida mientras él hace lo mismo. El chillido de nuestro hijo nos interrumpe al comer, y Dongyoung se levanta de inmediato de su asiento para ir por él. A los minutos regresa a sentarse con el niño en sus brazos.

—Shhh... Ya cariño. - lo mece hasta tranquilizarlo.

Los miro cautivado.

Tengo un esposo que me ama y un hijo que aunque no es tan apegado a mi, me aprecia, estoy seguro de eso. Yo los amo a ambos.

Son mi familia.

-Cariño, ¿No piensas ir más a ayudar a la iglesia?- pregunto con curiosidad.

Él se encogió de hombros. - Hay mejores cosas que hacer, no todo es ayudar a los demás para salvarme de los pecados.- ladea una sonrisa y me sorprende mucho como su preciada devoción está desapareciendo de su vida.

Atrás quedó el Dongyoung que se iba a rezar a cualquier hora, el Dongyoung que ayuda a la iglesia a recaudar dinero para los necesitados.

Atrás quedó el Dongyoung que visitaba los orfanatos con el profesor Lee Taeyong para enseñar a niños, y atrás quedó el Dongyoung que todo el tiempo no dejaba de meter a Jisoo en casa.

‐¿Pasa algo?

Miro a mi esposo.

-No, todo está bien. - le aseguro.

Todo esta mucho mejor ahora.

Ocupando Su Lugar|| Jaedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora