Ocupando Su Lugar|| Jaedo

>×Capitulo Final×<

Narra Jaehyun:

Meses después...

Acaricio su cabello, dejando suaves caricias para tranquilizarlo de los evidentes nervios que tiene. Entiendo su preocupación y sé que él está asustado, siempre se pone está manera con cada control que viene a hacerse al hospital.

- woojae...- susurra tomando mi mano.

La aprieta para sentirme junto a él.

Pero su mirada está puesta en su vientre demasiado hinchado para solo seis meses de gestación.

- Bien, ahí estan. Por fin se dejan ver.- señala la doctora. Tanto Doyoung como yo, observamos la pantallita.- Serán gemelos. Ambos varoncitos.- nos informa después de minutos.

Doyoung rompe a llorar. Él ha estado muy sensible y llora por todo pero esta noticia lo puso a llorar a mares. Me toco dejar besos en su rostro para calmarlo.

- Gemelitos, mi amor.- dice mirándome con aquellos ojos brillosos que tanto me encantan.

- Gracias, mi vida.- digo emocionado.

Ahí delante de la doctora. Lo beso transmitiendole mi cariño y amor con ese íntimo contacto.

- Tu embarazo sigue siendo riesgoso y más en la etapa a la que entras...- me separo de Doyoung al escuchar a la doctora.- Cuídate estos meses o adelantaras el parto antes de tiempo. Por seguridad no salgas mucho de casa.- recomienda.

Me preocupo enseguida, y es que Doyoung no ha tenido un buen proceso de embarazo por los problemas que hubo en la familia Kim.

Temo por su salud y la de los bebés.

- Ya escuchaste, cariño.- le dí una mirada acusadora.

Doyoung asintió, comprendiendo lo que puede ocasionar ser imprudente.

Después de escuchar más indicaciones de la doctora, salimos del hospital para regresar a nuestra casa.

Si, nuestra casa.

La que compramos hace un mes, pagando mitad a mitad como acordamos. Doyoung fue el mas emocionado porque se encargó de decorarlo a su manera y deje que lo haga porque no le negaría nada a él.

- Ahora si se dejaron ver. Son dos niños.- escucho como le cuenta por celular a sus dos amigos.

Los cuáles se volvieron roomies desde hace un mes y sospecho que nos visitaran dentro de un rato para saber el chisme completo sobre nuestros hijos.

- Si, si, Ten. Los esperamos para la cena.- dice Doyoung y corta la llamada.

Sospecha confirmada.

- Doyoung, ¿Tienes hambre? - pregunto al notar que se acaricia la barriguita.

- No, aún no.- hace un puchero sexy y me mira travieso.- Quiero que me hagas mimos para relajarme.- pide sentándose sobre mi regazo.

Pesa mucho.

Pero no se lo digo o lloraría de nuevo.

- Claro que si. mi mimado.- susurro en su oído y dejo besos en sus mejillas.

Mientras mis manos se dirigen a su vientre abultado de seis meses y al instante siento las pataditas de mis hijos. Acaricio de arriba a abajo, sintiendo como se relaja tanto que termina acostando su cabeza sobre mi cuello.

- Woojae...- pronuncia ese bobo apodo por el que ama llamarme y bosteza.

Dejo que se duerma pero no quito las manos de su vientre. Siento como mis hijos seguían moviéndose y sonrio ante eso.