Capítulo 10

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Corrí hacia mi habitación, no supe el momento exacto en el que Carlos se subió a su auto y se fue, solo supe que cuando me asomé por la ventana, él ya no estaba ahí. Me senté en el suelo y me solté a llorar, no podía creer lo que había hecho, me sentía muy mal, lo único que me podía calmar era mi libreta de notas, así que la abrí y escribí

**Me dicen que no me cierre al amor, que me arriesgue, que vine al mundo a sentir, y tienen razón. No tiene sentido no sentir, porque es como no estar vivo, es como ver la lluvia caer pero no escuchar como choca con el suelo, es estar descalza en el pasto pero no sentir nada en los pies, es estar besando a quien amas mientras mueres de miedo porque puede lastimarte. Necesito confiar, tengo que sacar el miedo de mi vida, pero no el miedo que me cuida de lo malo, sino el miedo que me detiene de bailar en público, de probar una comida nueva, de hacer un viaje sola, de poder amar a quien me ama.

Terminé de escribir, sequé mis lágrimas y me aliste para dormir; me acosté en la cama, esta vez no hubo vueltas ni otros pensamientos, me quedé dormida en seguida. La mañana siguiente Ana me dijo que regresaba a Madrid, le dije que la iba a acompañar

"¿Y Singapur?, es tu carrera favorita" preguntó preocupada

"Claro que voy a ir, solo quiero regresar a casa un rato" le contesté

"Está bien"

Reyes se nos unió, Carlos pasó por nosotras y nos llevó al aeropuerto. Cuando llegamos Carlos nos ayudó con las maletas, se despidió de su mamá y de su hermana, cuando fue mi turno simplemente nos abrazamos, no intercambiamos palabra alguna. Entramos en el aeropuerto y nos dirigimos a nuestra sala, estuvimos esperando un rato hasta que fue momento de abordar. 

Ya en el avión, Reyes se durmió, Ana miró una película todo el vuelo y yo me puse a leer. Aterrizamos en Madrid después de unas horas, recogimos nuestras maletas y caminamos hacia la puerta, mamá nos esperaba. Nos subimos al auto y nos fuimos a casa. Cuando por fin llegué a mi habitación, desempaqué, puse ropa en la lavadora y me senté en la sala a leer un poco. Después de que se secó mi ropa, la doble y la guardé. Me puse la pijama y me fui a dormir.

Las dos semanas que estuve en Madrid pasaron volando, hice mandados con mi madre, salí con Blanca y Ana, acompañé a Susy a sus prácticas, fui a manejar con papá. Durante esas dos semanas Carlos me escribió tres veces, la primera fue para preguntar si me encontraba bien, la segunda fue para decirme que teníamos que hablar y la tercera fue un reclamo algo molesto porque no contesté los dos mensajes previos; nunca contesté.

El 13 de septiembre abordé un avión camino a Singapur, llegué el 14 a medio día, así que en cuanto me subí al auto me dirigí a la casa. Desempaqué y me fui a dormir, desperté el viernes 15 muy temprano, salí a correr para despejarme. Cuando llegué a casa, me bañé, me alisté y desayuné. Pedí el auto y me encaminé al circuito. Tenía miedo de ir a Ferrari, no sabía cómo iba a reaccionar Carlos, mientras caminaba ansiosa por el paddock Charles y Alex me interceptaron

"Jules, viniste" dijo Charles

"Es su circuito favorito" dijo Alex

Saludé a ambos y platicamos mientras caminábamos hacia Ferrari, cuando entramos Charles nos dejó y se fue al garaje

"¿Qué tienes?" preguntó Alex

"Carlos" contesté

"¿Qué pasó?" me preguntó

Alex y yo subimos al balcón de Ferrari, desde ahí vimos las prácticas y le conté sobre lo que había ocurrido con Carlos en Monza; también le conté sobre los mensajes

"¿A qué le temes Julieta?" me preguntó Alex muy seriamente

Me quedé callada

"¿Qué es eso que te atormenta?" preguntó Alex

"La infidelidad" contesté

"Tengo miedo de estar esperando a Carlos en Madrid, y enterarme que está con alguien más del otro lado del mundo" dije con un nudo en la garganta

"Además mírame Alex, soy un desastre. Las tragedias me persiguen. Carlos me considera su amuleto de la suerte, Carlos no puede acercarse ni un poco a mi suerte si quiere que le vaya bien." apenas pude decir

"Jules, primero que nada, no puedo prometerte que Carlos será una pareja fiel por toda la eternidad. Lo que sí puedo prometerte es que el amor que mereces te va a alcanzar y ese miedo que sientes se irá. Pero nada de eso puede ocurrir si no quitas las paredes en las que te encierras, si no dejas de justificarte con tus miedos. Si te aferras a las cosas malas que te pasan, el día que lleguen las cosas buenas, no podrán acercarse a ti, porque vas a estar rodeada de todo eso que te hace infeliz." dijo mientras tomaba mi mano. Alex tenía razón, mamá siempre me dice que no puedes decir que algo no te gusta si no lo has probado, no puedo saber si Carlos es el indicado si no lo intento.

"Y segundo, la suerte es algo que tú vas haciendo Jules. La infidelidad que te ocurrió fue una tragedia pero, debes poner las cosas en una balanza. Lo malo, Fernando te fue infiel; lo bueno; saliste de una mala relación, regresaste a casa, estás más cerca de tu familia, estás estudiando lo que te apasiona, estas viajando por el mundo persiguiendo una de tus mejores pasiones, ves las carreras muy de cerca, tienes buenos amigos" hizo una pausa

"Me conociste" dijo sonriendo

"Tienes que ver el vaso medio lleno Jules" añadió mientras me abrazaba

Después de esa plática intensa, las prácticas terminaron y huí del paddock antes de que Carlos pudiera verme.

Cincuenta y cincoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora