Capítulo 18

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Después de que los doctores salieron nos indicaron que podíamos entrar. Reyes corrió hacia su hijo

"Carlos" dijo Reyes aliviada

"Mamá" contestó

"Mira quién está aquí" dijo ella señalándome

"Hola cincuenta y cinco" dije

"Mucho gusto" dijo Carlos confundido

Quedé atónita, helada, mi corazón se estaba rompiendo

"Carlos, no es momento para tus bromas" dijo Reyes

"Mamá, no sé de qué hablas. De verdad no conozco a la chica que está aquí" sonó muy sincero

"Carlos, es Julieta. Tu Julieta" dijo Reyes

Carlos puso una cara de angustia, se veía abrumado

"¿Mi Julieta?" dijo Carlos

Reyes me miró preocupada, tomó mi mano y salimos con los doctores

"Es normal, Carlos estuvo en coma casi un mes. Esto puede desaparecer muy pronto, quedarse un poco más o quedarse para siempre. Les recomiendo platicar con él y tener mucha paciencia" dijo el doctor

Sus palabras no fueron de ayuda en nada, puede quedarse así para siempre. Carlos no me reconocía, no sabía quién era yo, el Carlos que me vió crecer, que me regaló "La Orden del Fénix", que me dice Juliett de cariño, que hizo una lista de canciones para mí, no existía más. Suspiré profundamente, tomé mis cosas

"Voy a casa" le dije a Reyes

"Chaparra, no te desanimes" dijo ella abrazándome

"No me conoce Reyes" comencé a llorar

"Pero te puede volver a conocer, y si una vez se enamoró de ti, lo hará otra vez" dijo acariciando mi cabello

"Puede ser" dije con muy poco entusiasmo

"Avísame cuando llegues a casa por favor" dijo

"Claro que sí" contesté

Me despedí de ella, caminé hasta mi auto y manejé a casa. Cuando llegué Ana ya estaba esperándome en la puerta

"¡Lo despertaste Julieta!" gritó mientras corría a abrazarme

"¿Qué pasa, no estás feliz?" dijo preocupada

"No me reconoce" apenas pude decir

"¿Cómo?" preguntó Ana nuevamente. No porque no haya escuchado la primera vez, sino porque no podía creer lo que había escuchado la primera vez

"Carlos no sabe quién soy" me solté en llanto

Ana me abrazó mientras entrábamos a mi casa. Me senté en la sala, Ana me dio una cobija y preparó té. Se sentó junto a mí y me hizo mimos en la cabeza hasta que me quedé dormida. Todo fue silencio y paz hasta que unas luces brillantes comenzaron a molestar mis ojos. Llamaron a la puerta

"¿Quien coño llama a esta hora?" dijo Ana molesta

Ana abrió la puerta, era la policía

"¿Señorita Julieta Salazar Sánchez?" preguntó el oficial

"Soy yo" dije levantándome del sillón

"Queda usted detenida por el delito de intento de homicidio contra el joven Carlos Sainz Vázquez de Castro" dijo mientras me esposaban

"¡¿Qué!?" gritó Ana

"Julieta no intentó matar a mi hermano" gritó mientras un oficial intentaba calmarla

Comenzaron a leer mis derechos, eran tantas cosas pero mi cabeza no procesaba nada, yo seguía aferrada a que Carlos no sabía ni siquiera mi nombre.

Llegué a las oficinas de Madrid, unos minutos después llegaron Ana, Rod, Susy y mis papás; Don Carlos llegó un poco después con los abogados. Después de unas cuantas horas, me liberaron el domingo 24 de diciembre en la madrugada. 

Mientras regresábamos a casa Don Carlos nos dijo que la razón por la que habían abierto nuevamente la carpeta en mi contra fue por evidencia nueva. Resulta que alguien informó a la policía que Carlos y yo habíamos estado en malos términos y dentro de mi enojo corté los frenos de mi propio auto para matarlo. Nadie lo podía creer. 

La policía nos había dado hasta el 26 de diciembre para acomodar mis asuntos y presentarme ante un juez. Los siguientes dos días fueron horribles, todos pasamos nochebuena y navidad buscando la manera de demostrar mi inocencia. Para colmo Carlos había regresado a casa esa noche, era irónico buscar como demostrar mi inocencia mientras mi "intento de asesinato" estaba sentado en mi sala.

Era 25 por la tarde, todos estábamos desesperados, no había dónde buscar porque no había que demostrar, el único que podía testificar ante mí era Carlos, pero él no recordaba nada de su vida, ni siquiera a la Fórmula 1, a sus compañeros, nada; lo único que recordaba era su familia, nadie más. Por lo que no era de mucha ayuda.

Mientras todos pensaban en la mesa, llamaron a la puerta, yo necesitaba un respiro, así que fui a atender

"Isa" dije sorprendida

"Feliz navidad" dijo Isa algo apenada

Isa entró a la casa, traía una charola con comida, llevé la charola a la cocina mientras Isa saludaba a todos.

"Me enteré de lo que está pasando Julieta" dijo Isa

Sonreí amargamente

"En verdad lo siento, y si hay algo en lo que pueda ayudar, no dudes en decirme" dijo abrazándome

"Si puedes hacer que Carlos la recuerde y recuerde todo antes de su accidente, serías la salvación" dijo Ana acercándose. Isa se rió

"¿Puedo verlo?" preguntó

"Subiendo las escaleras, en la habitación del fondo" dije

Isa subió las escaleras y llegó a mi habitación. No me sorprendía su presencia, Isa no era mi amiga pero, siempre fue buena persona conmigo. Le apreciaba mucho, al final, también crecí con ella.

Cincuenta y cincoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora