Capítulo 29

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El domingo 17 llegó, me levanté temprano. Hice mi rutina, ejercité con Rupert y llegué a las 12 del día al circuito. La carrera era hasta la noche pero, el equipo aprovechó esas horas para juntas de estrategia y algo de convivencia con los fans. Cuando estábamos más cerca de la carrera, Charles entró a mi vestidor

"¿Listo?" preguntó

"Eso creo" contesté muy desanimado

"No suenas muy feliz para alguien que empieza en pole" dijo sentándose junto a mí

"Ayer me peleé con Julieta. No sé si está aquí. Tal vez está con Landito, tal vez está en casa, tal vez está en un avión de regreso a Madrid" dije

"O tal vez está sentada arriba junto con Alex, esperando a la carrera en su circuito favorito, en la cual el amor de su vida arrancará en pole" dijo sonriendo

"¿Está aquí?" dije señalando el techo, esperando una buena respuesta

"Sip, está con Alex, esperando a vernos correr. Esperando a verte en la pista" dijo él sobando mi espalda

"Así que, no te desanimes, y aprovecha esta oportunidad. Disfruta el momento Calos" me abrazó

"Gracias Perceval, eres el mejor compañero, y un gran amigo" dije

"Me halagas" dijo riendo

Charles salió de mi vestidor, yo tomé mis cosas y salí hacia el garaje. Cuando llegué, alisté los últimos detalles con los ingenieros, me puse el casco y me subí al auto. La carrera fue increíble, la mejor de mi vida. Fue buena estrategia, buena defensa, buenos adelantamientos, buena recuperación. El final fue cardíaco, Lando estaba detrás de mí en las últimas vueltas, mis llantas estaban muertas, y los Mercedes venían por nosotros. Como manera de pedir perdón, no salía de rango DRS, no iba a permitir que Mercedes se comiera a Lando, literalmente. Y en la última curva, fue un giro inesperado; George perdió la curva y se fue a estampar contra la pared, Lewis alcanzó el último escalón del podio, y Lando y yo hicimos un gran 1-2. Quizás un poco tarde pero, lo hicimos.

Cuando me bajé del auto, las luces y los fuegos artificiales penetraban mis ojos. Todos gritaban enloquecidos, fans de Ferrari, McLaren, Mercedes, Aston Martin, Alpine, todos. Era el primer podio sin un toro en él. En una temporada dominada por RedBull, esta carrera, este podio, era la luz al final del túnel, era el respiro que la afición pedía. Me subí al auto, y celebré con el público, la gente gritaba mi nombre, me sentía apreciado. Corrí hacia mi equipo, brinqué y me dejé caer en ellos, todos estaban muy felices. Charles se acercó a mí

"Well done Smooth Operator. Felicidades amigo" dijo mientras me daba un abrazo

"Lord Perceval, no te quedas atrás. Felicidades amigo" le dije

Después de eso avancé un poco más, hacia Lando

"¡Uno dos Carlos, uno dos!" gritó Lando mientras me abrazaba

"Muppet, lo logramos" le dije

"Gracias por no dejarme morir" dijo riendo

"Jamás" le di otra palmada

Después de eso fuimos al cooldown room, platicamos un poco, vimos los highlights, fuimos al podio. Sonó el himno de Italia, sonó el himno de España, mi bandera estaba en el podio, mi mejor amigo estaba junto a mí, y por alguna razón, entre tanta gente pude ver a mi amuleto de la suerte, al amor de mi vida, como dice Charles. Jules estaba ahí, gritando y festejando mi triunfo. Cuando regresé al garaje después de las entrevistas y los festejos, Frederic dio un brindis por el triunfo y por el gran trabajo que todos habíamos hecho. Después de eso tomamos la foto de celebración, recibí unas cuantas felicitaciones más, grabé unos videos y después fui a mi vestidor. Mientras caminaba hacia él pensaba en Julieta, quizás se habría ido, ya estaría acostada en su cama lista para dormir...

"Carlos, en verdad lo siento. Perdón" dijo una voz

Julieta salió de la nada. Ella no estaba en mi cama, ella estaba enfrente mio. La admiré unos segundos para después envolverla en mis brazos.

"Julieta, perdóname tú a mí" dije limpiando sus lágrimas

Ambos reímos y nos besamos

"Te queda mucho mejor el rojo" dije

Julieta había cambiado la gorra de Lando por la mía. Julieta traía mi número

"Lo sé" contestó sonriendo

"Quiero explicarte porque me fui a Madrid. Porque no te contesté" dijo

Hizo una pausa, suspiró y continuó hablando

"Dijiste que era tu amuleto de la suerte, no me lo tomes a mal, es un halago para mí. Pero mi ansiedad me hizo sobre pensar y darle vueltas al asunto, caí en el espiral. De repente perdí la cordura, caí en un desbalance, hice una tormenta en un vaso, exageré las cosas. Utilicé mi tragedia como un pretexto, y no debió ser así. Porque la culpa no es tuya, ni de Fernando, ni de nadie más, la culpa es mía; y tengo que soltarlo, tengo que sanar y dejar de aferrarme a lo que me hace daño. Porque eso solo genera que viva con miedo e inseguridades y no puedo vivir así, eso no es vida. Cuando dijiste que era tu amuleto de la suerte, sentí un peso enorme en mis hombros, porque mi suerte no era la mejor, y si mi suerte de verdad te alcanzaba, me iba a sentir muy culpable" dijo con un nudo en la garganta

"Juliett, no lo había pensado así. En verdad lo siento" dije abrazándola

"Durante mi tiempo en Madrid, y después de una plática intensa con Alexandra, me di cuenta de que la suerte existe pero, es algo que nosotros vamos haciendo de cierta manera" dijo más tranquila

Tomé su rostro entre mis manos y le dije

"Julieta. Eres mi amuleto de la suerte porque cuando estás conmigo el cielo se ve más azul, el aire es más fresco, la comida tiene más sabor, la vida se ve con más color. Contigo todo sale bien, tú me das esa esperanza de que todo estará bien, que las tormentas tienen que ocurrir para que las flores regresen con más color." le di un beso en la frente

"Te quiero mucho cincuenta y cinco" dijo ella

"Te quiero aún más Juliett" contesté

Cincuenta y cincoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora