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Decreto Imperial

Por mandato del Cielo y con la autoridad del Emperador de la Dinastía Lan proclama lo siguiente:

Considerando la rectitud, sabiduría y nobleza de carácter del joven Omega Lan Zhan, de cortesía Lan WangJi, y reconociendo su dedicación incansable al bienestar y prosperidad del reino, se decreta:

Lan Zhan, de cortesía Lan WangJi, es nombrado oficialmente como Príncipe Heredero del Gran Imperio de la Dinastía Lan.

A partir de este día, el Príncipe Heredero Lan WangJi asumirá las responsabilidades que conlleva su título, incluyendo la supervisión de los asuntos del Estado, la implementación de políticas imperiales y la representación de la Casa Imperial en todas las ceremonias y asuntos de diplomacia.

Se espera que el Príncipe Heredero continúe demostrando las virtudes de sabiduría, justicia, benevolencia y lealtad que le han distinguido hasta ahora, sirviendo siempre como modelo de rectitud para todos los súbditos del Imperio.

Todos los funcionarios, nobles y ciudadanos del Imperio deberán reconocer y respetar a Lan WangJi como el legítimo Príncipe Heredero y futuro Emperador, jurándole lealtad y apoyo inquebrantable.

Que este decreto se haga público en todas las provincias y ciudades del Imperio para que nadie ignore la voluntad del Emperador y la grandeza de la Dinastía Lan.

Emitido en el decimocuarto día del tercer mes del año, bajo el mandato del Emperador Lan Qiren.



Todos los funcionarios soltaron pequeños sonidos de asombro. Exhalando el aire que ninguno sabía que estaba reteniendo.

Lan WangJi sonrió desde su posición hincada y con su frente tocando el suelo. Una pose que puede ser muy indigna para alguien que acaba de ser nombrado Príncipe Heredero. Su cabello tan negro como la noche cubriendo su rostro, tapando con éxito su expresión satisfecha.

—Yo, Lan Zhan, de cortesía Lan WangJi, acepto con gratitud y respeto el decreto imperial otorgado por Su Majestad, el Emperador Lan QiRen. —Se levantó solo un poco para que su voz penetrara en el silencio abrumador y con aire de enfado de la sala. —Reconozco la gran confianza que Su Majestad ha depositado en mí al nombrarme Príncipe Heredero, dedicaré cada día de mi vida a servir con devoción y fidelidad a nuestro pueblo y a la Dinastía Lan.

—Levántate, segundo príncipe. —La grave voz del Emperador hizo que alzara sus ojos en su dirección. —Sé que confío el imperio en buenas manos, nadie más que tú o tu hermano merecen el título.

Eso fue un golpe en el estómago para aquellas personas que se opusieron al nombramiento de un omega como el siguiente en la línea de sucesión.

Era su derecho, pero esas personas alegaban que era inútil ponerlo encima de todos siendo de una casta que se consideraba baja y sumisa.

El Imperio Lan es conocido en todas las tierras por su belleza casi idílica y su régimen ejemplar. Los paisajes son de una serenidad y esplendor incomparables: vastos jardines de flores exóticas, ríos cristalinos que serpentean por verdes colinas y ciudades adornadas con majestuosos templos y palacios de una arquitectura delicada y armoniosa. La capital, en particular, es un lugar de maravilla donde la belleza natural y el ingenio humano se combinan en perfecta sinergia.

Bajo el sabio y firme gobierno de la dinastía Lan, el imperio prosperó en paz y prosperidad. La economía es fuerte, la justicia es imparcial, y el pueblo, en su mayoría, vive en contento y armonía. Las artes florecen, la educación es apreciada, y las tradiciones ancestrales se respetan con devoción.

𝚁𝚘𝚢𝚊𝚕𝚝𝚢 [XianWang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora