un joven de 22 años, fanático de Ben 10 viaja a ese universo luego de morir en un trágico accidente, estará preparado para enfrentar los peligros de su nueva vida y usar el Omnitrix o al menos eso es lo que pienso, más pronto que tarde descubrirá qu...
Un nuevo día llegó para la familia Tennyson luego de su estancia en el centro comercial y la rápida derrota de subliminal, por lo que los viajeros podían darse el lujo de disfrutar de algo de tranquilidad.
Rodeados de la naturaleza a lo que el par de jóvenes pudo retomar su entrenamiento rutinario después del par de días que estuvieron en la ciudad.
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Levantándose antes que su abuelo para empezar con sus ejercicios matutinos, hasta que luego de un tiempo se podía ver al dúo trotando de regreso al camper al costado del río mientras conversaban.
-En cierto sentido es relajante hacer ejercicio por las mañanas, me quita el estrés jeje. Decía Ben mientras avanzaba.
-Sí y más aún sí lo haces en un lugar lindo y tranquilo como este bosque. Respondió Gwen.
Viendo sus alrededores y el monte Rushmore a lo lejos con una sonrisa.
-Solo espero que el abuelo no se ponga a buscar insectos bajo las piedras para cocinar. Dijo el castaño con una mueca de desagrado.
Expresión imitada por su acompañante quien tuvo un escalofrío ante esa posibilidad.
-Sí llega a buscar gusanos espero que los use para pescar. Pidió la pelinaranja recibiendo un asentimiento.
Aspectos a resaltar en el par eran que Ben se sentía más ligero por decirlo de algún modo a comparación de días atrás.
Debido al medallón que usaba como collar, limpiando la oscuridad con la que había sido contaminada, tendiendo una sensación similar a haber despertado de una siesta después de un largo período sin dormir.
Mientras que por parte de Gwen se podía apreciar como avanzaba levemente por delante del castaño y con menos esfuerzo, apenas sintiendo cansancio del entrenamiento.
Debido al medallón rojo en su brazalete el cual había recuperado la suficiente energía como para duplicar sus capacidades.
El poder de sus amuletos mágicos va regresando con cada día que transcurría.
-Oye Gwen creo que podríamos aprovechar para revisar el inventario jeje. Sugirió el castaño riendo levemente.
-Sí, buena idea ya no estoy segura de cuantas cosas hemos reunido hasta el momento. Respondió la pelinaranja.
Al momento en que llegaron a su destino por lo que luego de descansar un momento, entraron al vehículo notando como su abuelo estaba cocinando. Quien al verlos los saludó con una sonrisa.
-Buenos días chicos, el desayuno pronto estará listo. Dijo Max antes de seguir con su labor.
El par se tensó al escuchar sus palabras temiendo porque los días de comer comida normal hayan terminado, sin embargo antes de que pudieran decir algo el hombre mayor se adelantó.
