3~ La niña con la corona de flores

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-¡Gregor! ¿Ya te despertaste? ¡Se hará tarde y Rubí te matará!- tocando la puerta de su hermano.

-¿Ni siquiera te has bañado? Eres el primero en apurar a los demás enano- sale Gregor del baño ya vestido y bañado. -Bañate y te vistes rápido que te falta elegir la flor para Amy- dice con una sonrisa burlona a su hermano.

-Y yo pensando que estarías aplastado en tu cama, me bañaré rápido y saldremos a la plaza, quizá los chicos estén ahí- dice algo emocionado con una sonrisa.

-venga, apúrate Heinrich yo estaré afuera esperándote- dice dirigiéndose al frente de su casa y se sienta en el suelo.

Luego de un rato esperando por la lejanía se vé a una chica aproximándose a la casa de Gregor.

-¡Hola!- Agita su mano.

-¡Lilie!- Se levanta y camina hacia ella. ¿Tienes la flor Lilie? Hay que entregar eso hoy, aquí tengo mi flor mira- le enseña una flor azúl.

-Está divina Gregor yo tengo la flor lila, no sé que tanto esfuerzo pondrá Rubí pero está planeando algo grande sin duda- dice impaciente por ver la corona terminada.

-¿Sabes? Es curioso, Rubí últimamente ha estado muy sentimental... Eso honestamente da miedo ¿Sabes? Ella era la que menos se rendía antes sus emociones- un poco preocupado por el futuro del grupo.

-Amy va a cumplir sus 15 años... Eso será un golpe fuerte para nosotros sabiendo lo que significa, es hija de una bruja- dice algo triste pensando en Amy.

-Cumpla los años que cumpla, no dejaré que los fieles le hagan daño... No podemos permitir eso Lilie- con una cara seria algo preocupada.

-¿y si nos matan?...- soltando la gran pregunta.

-¡Patrañas! No podemos tenerles miedo ahora Lilie, las cosas en Salén han cambiado mucho, nosotros deberíamos matarlos a ellos- dice seriamente y con seguridad. -Ya salió Heindrich vámonos...- Voltea a ver a su hermano.

-¡Hola Lilie! ¿Trajiste tu flor? Me tocó buscar la verde- enseña su respectiva flor.

-Por supuesto que sí, traje la flor lila- enseña su flor.

-Bueno, ¿pues vamos a la plaza, no? Aprovechemos el día- se dirige con sus amigos a la plaza de Salén

En el centro de la plaza están Agust, Hans y Rubí teniendo problemas con unos cultistas fieles.

-¡No molesten!- Grita Agust a los cultistas. -¡No tenemos porqué darles esa información!- encarando a los cultistas.

-Si sabes lo que te conviene no desobedezcas la voluntad de nuestro salvador y dinos dónde está... -Frío e inexpresivo advierte al joven.

-¿O si no qué? ¿Nos van a matar? ¡Ustedes ya no tienen el poder de agarrar a quien quieran!- Discute enojado con los fieles al culto.

-Agust cálmate, estas personas no siguen las reglas...- Dice preocupado Hans.

-¡No podemos dejar que nos pisoteen cuando quieran!- Exclama enojado. -¿¡Por qué demonios deberíamos decir dónde está Amy?!- Aún enojado.

Alguien silba en la lejanía.

-¡Más les vale que se larguen de aquí!- grita Gregor.

-Señor son demasiados... No podemos armar más escándalo- dice uno de los fieles.

-Esto no acabó pequeño cerdo...- dice con desprecio a Agust.

Los cultistas al ver que son superados en número deciden retirarse.

-¡Pero mira nada más! ¡Es el principito!- Grita Hans.

-Que bueno que se hayan ido, esos tipos están más intensos desde que se supo la edad de Amy- dice Heinrich.

-Sucios criminales... No me imagino las cosas horribles que le harían a Amy, es algo asqueroso- dice Lilie.

-bueno, de la manera que fuese debemos enfocarnos en lo que nos importa, el cumpleaños de Amy ¿ok? Tengo entendido que debemos darle a Rubí las flores y ella hará una corona ¿no?- Pregunta Gregor.

Rubí toma todas las flores de sus amigos y las guarda en una canasta que lleva.

-Bueno chicos... Yo haré la corona de una vez, como quiero que quede perfecta debo concentrarme y hacerla lo más pronto posible, me iré a casa- dice Rubí con un ligero aire triste.

-Podría acompañarte Rubí, no quisiera que fueras sola a tu casa- Agust se pone al lado de Rubí.

-Oooh... Bueno está bien chicos, nos veremos otro día menos ocupado entonces, vámonos a casa Heindrich- dice Gregor caminando con su hermano menor.

Mientras los jóvenes llegan a casa uno por uno se ponen a hacer sus deberes en la casa, Rubí que está haciendo un regalo para Amy está en su habitación armando una corona de flores, una corona que lleva flores de diferentes colores, aún así, Rubí está sumida en un gran silencio.

-¡Rubi! ¡Pequeña! Comienza a cambiarte que iremos donde los Müller- grita la madre de Rubí desde el otro lado de la puerta.

-¡Está bien mamá!- grita Rubí bajando de su cama para comenzar a peinarse y buscar uno de sus vestidos rojos, luego de un rato ya Rubí está lista y llegan a casa de los Müller.

Una joven de tes blanca, cabello lacio y de color negro abre la puerta.

-Me alegro que hayan llegado bien, bienvenidos nuevamente a mi hogar- -Hola Rubí- la chica toma las manos de Rubí, a lo que ella responde con una pequeña sonrisa.

-Hola Amy... Todavía sigo trabajando en tu regalo jeje... Está tomando tiempo- ríe algo nerviosa pero sin dejar de mirar a su amiga.

Una vez la familia se sienta en la sala del hogar Rubí y Amy suben al segundo piso de la casa y van a la habitación de Amy.

-¿Cómo han estado los chicos Rubí?- Pregunta Amy ya que tiene tiempo sin verlos.

-hemos estado bien, los cultistas han estado muy vigilantes con nosotros, a veces hasta nos agreden- contando todo.

-Mi familia sigue hablando sobre el tema de escapar del pueblo... No está siendo nada fácil ya que vigilan nuestra casa todo el día- dice Amy desilusionada.

-¿habeis hecho lo del agujero en el sótano?- -Mi familia está dispuesta a ayudar- dice Rubí

-Lo sé Rubí, te entiendo claramente, no tenemos las herramientas para hacer un túnel, además es muy tardado- dice Amy a su amiga.

-Amy... Ellos vendrán, en la plaza ellos nos amenazaron tengo miedo de que- Antes de terminar lo que iba a decir es interrumpida abruptamente por su padre.

-Rubí, hay que irnos... Ya hablamos con la familia de Amy- dice su padre apurando a su hija.

Las chicas apenas logran despedirse, luego de salir de manera apresurada Amy cierra la puerta de su hogar, pero escucha que tocan a la puerta.

-¿Sí?- Dice Amy abriendo la puerta, pero no se trataba de Rubí...

Más allá del círculo de sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora