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- ¡Ah, Nhg! ¡Mhm! ¡Esp-, khg! –entierra su rostro en la almohada, mordiendo la tela con fuerza entre sus dientes

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- ¡Ah, Nhg! ¡Mhm! ¡Esp-, khg! –entierra su rostro en la almohada, mordiendo la tela con fuerza entre sus dientes.

Pequeñas lágrimas huían de sus ojos, pero a diferencia de otras veces, está vez solo era por el descomunal placer que su cuerpo sentía a cada estocada, sintiendo sus piernas temblar y sus manos buscar desesperadamente a qué aferrarse.

- Me pides que me detenga pero tu bonito culo pide lo contrario, ni siquiera me deja salir –susurró en su oído con cautela y seducción, lamiendo los pliegues de su oreja–. Responde ¿en verdad quieres que me detenga? ¿O solo te avergüenza tenerme así detrás tuyo? –disminuyo el ritmo notablemente, haciendo que el joven aspirante a héroe trate de regular su respiración.

- E-eres un villano –susurró entre gemidos, apretando las sábanas debajo suyo.

- Eso lo sé, ¿por qué habría de afectar? –una sonrisa se dibujo en sus labios, obligandoló a inclinarse hasta que su pecho se pegó a la sudada espalda del otro–. O es que acaso ¿temes aceptar lo que sientes por mí? ¿Solo porque yo soy un sucio villano y tú un futuro héroe? –sonrió, tomando con sus manos la cadera del otro.

- Ah... N-no... no hay nada que yo deba sentir por ti... –susurró débilmente, sintiendo cierta desesperación por no sentir al otro dentro suyo de aquella vulgar y desvergonzada forma.

- ¿A no? –sonrió con diversión, saliendo de su interior y dándole la vuelta con cierta brusquedad, quedando frente a él–. Ni siquiera tú puedes engañarte, todo indica que lo que sientes por mí no es al menos desprecio como debería de ser, entonces...

- ¿Qué sientes por mí, Todoroki Shoto?

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No podía dejar de pensar en aquellas palabras que el villano le había preguntado un par de días atrás.

¿Qué sentía por él?… ¿Qué sentía por ellos?

Hoy, luego de varios días de ausencia, se había decidido a ir a la UA, después de todo tenía metas fijas que no podía solo afectar por lo que pasó. No solucionaría nada si seguía ocultandose con ese par y jamás podría aclarar sus sentimientos teniendo que estar en un mismo sitio que aquel desagradable villano del que apenas se sabía.

Era un día lluvioso, y apenas contaba con un paraguas. Las personas corrían y más estudiantes de la Academia se apresuraban a llegar a la entrada, quizás solo faltaban unos minutos para que el tiempo límite se acabará, pero eso no le importó en lo absoluto.

Entro en silencio a las instalaciones y dejo su paraguas en su lugar correspondiente. Cambio sus zapatillas y después de escuchar tanto bullicio a sus espaldas decidió que era momento de ir a sus clases correspondientes.

Caminó en silencio, con la mirada ligeramente agachada, pero no por miedo, más bien por incomodidad que sentía de tantas miradas sobre él. Seguro por el rumor que se extendió dónde “supuestamente” había sido secuestrado por la Liga de Villanos. Cosa que no era cierta pero tampoco era mentira.

Misión Fallida;  DabiShigaTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora