18:

370 44 29
                                    

—Entonces, en tu pequeña cabeza con mierda, realmente creíste que decirle que eres su hermano mayor era buena idea —Tomura se soba la sien, con una vena saltando—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Entonces, en tu pequeña cabeza con mierda, realmente creíste que decirle que eres su hermano mayor era buena idea —Tomura se soba la sien, con una vena saltando—. ¿Qué clase de golpiza te metió tu padre para dejarte así?

—Basta, no es una broma —brama, colérico—. Joder... ¡él es un maldito mocoso mimado! ¡Iba a entregarme POR ÉL! ¿¡Y AHORA FINGE QUE YA NO EXISTO!? —Tira de sus cabellos, estresado y muy, muy frustrado. Después de todo, ser ignorado por la persona a la que más ama, es horrible.

—Era mejor que lo dejaras viviendo en la ignorancia, ¿Por qué creerías que sería normal para él una relación incestuosa? —Alega Tomura, jugando con el licor en su vaso—. Tú mejor que nadie conoce su moralidad y lo correcto que es, entonces, sabías lo arriesgado que era confesar algo así. Sólo estás viviendo las consecuencias de tus decisiones.

Quiere seguir protestando, pero está cansado. Se deja caer en el colchón, tomando una profunda inhalación; debe mantenerse tranquilo, o va a ir con Shouto y lo último que quiere es otra discusión con el menor.

—Por lo menos ya tienes la atención de Endeavor, ¿Eso no es bueno? —se burla, sonriéndole ampliamente— Debo decir, que después de todo conseguiste lo que querías.

—Cállate, no estoy para tus idioteces —dice con voz anodina. No quiere seguir escuchando lo que claramente ya sabe; consiguió la atención de su maldito padre, ¿pero a qué costo? Shouto lo odia ahora—. Todo es culpa suya. . .

—Tu amorío por Shouto no es su culpa.

—Lo es, joder —vuelve a sentarse en la cama, lanzando una mirada febril al ojirojo—. Si nos hubiera dejado ser dos niños normales... dos hermanos normales, no tendría estos sentimientos por Shouto. ¡Pero no! Su maldita ambición hizo que nuestra familia fuera una completa extraña, y que unos a otros ni siquiera nos conozcamos —sus puños se aprietan encima de sus rodillas, furioso—. Él tiene la culpa de todo.

Tomura le da una mirada exhausta, pero asiente. No le importa si quiere entenderlo o no, después de todo, sus situaciones son totalmente diferentes. Tomura jamás entenderá cómo se sintió ni todo lo que pasó en su casa por las peores ambiciones de su padre, y cómo esas ambiciones lograron arruinar la vida de cada miembro en ella.

—¿Ya comió? —Cambia el tema, dejando que el mal humor desaparezca.

—No. Ni siquiera quiere beber agua.

Se levanta de la cama y sale de la habitación del peliazul, sabiendo que no puede seguir ignorando a Shouto, por mucho que su rechazo duela, no lo dejará morir deshidratado ni de hambre.

Prepara un ramen instantáneo en el microondas, y lleva una botella de agua. Sabe que Shouto no aceptará su comida, pero eso ya no es una opción a tratar. Él va a comer, lo quiera o no.

Frente a la puerta, duda realmente si debe entrar o no. Siempre que lo hace, Shouto lo ignora, o acaba en una pelea con el menor llorando amargamente, y él saliendo de la guarida a quemar cualquier cosa que se atraviese en su camino. Es horrible.

Misión Fallida;  DabiShigaTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora