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Su cabeza daba vueltas, la vista borrosa solo se enfoca en la tenue luz que entraba por la ventana de esa solitaria y blanca habitación

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Su cabeza daba vueltas, la vista borrosa solo se enfoca en la tenue luz que entraba por la ventana de esa solitaria y blanca habitación. Sus dedos aprietan lo primero que siente, una tela suave y delgada, el olor llegó a serle familiar y le trajo recuerdos de algunas veces que llegó a estar ahí en su primer año de la UA.

Solo para confirmarlo, mira a su alrededor, está en una habitación de hospital, las luces ausentes en su habitación y luces brillantes provenientes del corredor, observando quizá a alguna enfermera cruzar frente a su habitación, ignorando su presencia.

Parpadea extraño y trata de recordar lo último que pasó, más es difícil hacerlo por el dolor de su cabeza y su cuerpo entumecido, queriendo levantarse y hacer crujir todos sus huesos para aliviar su adolorido cuerpo.

—Mmm —un quejido sale de sus labios, intenta levantarse pero sus músculos dueles y no puede hacer nada más que dejar salir un quejido de dolor.

—No te esfuerces —voz áspera y fría resuena por la habitación, es inevitable que no busque esa presencia de inmediato, encontrándose con los profundos y peligrosos ojos de Dabi—. Debes descansar, no te muevas mucho.

—¿Qué hago aquí? —pregunta hacia el villano, observandolo nervioso.

—No tengo tiempo para explicarte, pero una enfermera vendrá en unos cinco minutos, apenas vea que despertaste llamará a Endeavor y le informará tu estado seguramente, seguro ellos te explicarán mejor las cosas —Dabi se levanta del sofá que estaba en la habitación y se estira un momento hasta hacer tronar sus huesos.

No entendía qué hacia Dabi ahí, algo en él se removió inquieto, y sabía mejor que nadie que el villano no debía estar ahí porque podría meterse en serios problemas con los héroes, entonces...

—¿Por qué estás aquí? —Shoto inquiere, miedoso. Tiene miedo de él, de Dabi, del villano que le hirió de muchas maneras, física y psicológicamente, justo ahora estaba frente a él, mirándolo con frialdad y vació.

—No necesito responderte —Dabi contesta, tajante y seco. No parece prestarle demasiada atención, pero entonces, no entendía porque seguía ahí—. Me voy, así que suerte cuando vuelvas a tu escuelita de niños pijos, Todoroki —hace un ademán con la mano, antes de desaparecer por ese extraño portal de lodo grisáceo.

—¡Espera-! —intenta levantarse, pero solo puede detenerse en cuanto siente un dolor en su torso que lo hace doblegarse, obligándolo a apretar esa zona con su palma, suspirando agitadamente.

Cortos minutos deben pasar para que la enfermera que Dabi menciono antes, entrara por la puerta con algunas medicinas, y, al verle, su rostro paso de ser sereno y tranquilo, a sorprendida, mirándolo con los ojos abiertos de par en par y la boca abierta.

—Despertaste —ella refuta, incrédula a unos pasos de su camilla.

Shoto la mira extrañada, pero antes de poder preguntar, la mujer parece saber con anticipación que preguntaría al respecto.

Misión Fallida;  DabiShigaTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora