Una simple misión acabará en una noche de pasión, antes de que él terminará involucrado con ese par de villanos más allá de lo debido.
¿Una relación sexual simplemente? Sí como no.
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→Ship principal; DabiShiga...
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- Eres un imbécil. –le cuestiono con frialdad y agresividad en su voz como de costumbre.
- ¿Qué querías que hiciera? ¿Qué lo dejara atacarlo? Podría haberlo matado he incluso pudo involucrarnos –espetó bajo, observando el suelo con desgano, sintiendo al otro curar la herida de su espalda.
- ¿Qué te garantiza que no lo hará ahora que lo atraparon los oficiales? –preguntó fríamente.
- No lo hará, tenlo por seguro que es un idiota –comentó sin mucho interés.
Antes de que el peliazul pudiera quejarse, escucho la puerta ser tocada, llamando la atención de ambos al instante, y Tomura, no evito darle un ligero zape en la cabeza al ojiturquesa.
- Idiota –se aparto del mayor y caminó hacía la puerta, antes de asomarse por la mirilla y confirmar de quién se trataba.
Al ver al de quirk dual fuera, claramente se confundió, no esperaban que volviera, incluso, esperaban algo más de él, no verlo ahí. Abrió la puerta y lo miró con una ceja enarcada, pero manteniendo un rostro estoico.
- ¿Qué haces aquí, niño?
- Dabi... ¿cómo está él? –preguntó Shoto desde afuera.
Él peliazul se hizo a un lado, dejándole entrar, algo que Shoto hizo, ubicando de inmediato al azabache sentado en el sofá, con el torso al descubierto y la herida ya tratada en su espalda, haciendo que respire aliviado.
- Te ves bastante angustiado –se burló el ojicarmín, mirándolo por la espalda–. ¿Están seguros que usted no se traen algo?
- ¿Qué? –ambos voltearon a mirar a Tomura desentendidos, quien solo rió divertido, siendo claro que ese par se traía algo.
- No lo sé, solo digo –se burló, acercandosé hasta el menor, colocandose a su lado–. ¿Por qué estás aquí?
- Ah... eso –se mordió el labio inferior ligeramente, un poco avergonzado, no podía decir abiertamente que venía para saber cómo estaba Dabi luego de la herida que llevaba en la espalda–. ¿Por qué mandaste a ese hombre? –fue lo que salió de sus labios, mirando al peliazul directamente con reproche.
- ¿Hablas del que capturaste? –sonrió, sentándose en el reposabrazos del sofá, mirándolo directamente.
- Sí. –respondió con firmeza– ¿Por qué demonios lo mandaste?
- Para vigilarte ¿para qué más lo haría?
Shoto arrugó el ceño en respuesta, mirándolo fijamente, mientras Tomura solo se mantenía tranquilo, mirándolo sentado y con una sonrisa burlona hacia él.
- ¿Por qué me mandarías a vigilar? Tengo suficiente con el imbécil de Dabi. –gruño Shoto con desgano, mientras que el anteriormente nombrado lo observaba directamente.
