CAPITULO XIV

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Familia.

Los ligeros y suaves rayos de solo de la mañana hicieron que abriera los ojos, le costó un poco acostumbrarse a la luz pero finalmente lo hizo. Jacob observó si alrededor hasta reconocer en dónde se encontraba, no solo eso sino que los recuerdos y hechos de la noce anterior llegaron de golpe a su cabeza.

Sin pretenderlo ni quererlo se levantó de inmediato procesando lo que había pasado y sintiendo poco a poco el nerviosismo y la vergüenza apoderarse de su persona.

El moreno no creía lo que ocurrió la noche anterior, pensaba que todo lo acontecido solo fue producto de su imaginación o un simple sueño, pero el que estuviera en la cama de Edward mientras usaba su pijama era una clara señal de nada fue imaginado por él.

Sintiendo los nervios a mil Jacob se levantó de la cama con dirección al baño, necesitaba despejar su cabeza de los recuerdos de anoche. El menor, al estar sumergido en los profundo de su mente, no se percató de que alguien faltaba en la cama que hace pocos segundos estaba acostado.

Sin prestar atención a su alrededor tomó el pomo de la puerta en sus manos con la finalidad de abrirla, pero está se giró antes de que el pudiera hacerlo e inmediatamente la puerta se abrió dejando a la vista a un Edward recién duchado usando simplemente una toalla.

Jacob tardó un poco en procesar la situación y al hacerlo cerró nuevamente la puerta para posteriormente acomodarse de nuevo en la cama y taparse de pies a cabeza con la sábana.

Edward no tardó e salir del baño luego de ver la tierna reacción de Jacob al verlo casi desnudo, puede que le haya dado vergüenza pero le gustó más ver la sorpresa en el rostro del moreno.

Con una tenue sonrisa el vampiro se acercó un poco a la cama para toparse con una divertida y linda escena a su parecer, Jacob parecía una pequeña masa al estar cubierto completamente por las sábanas. Por suerte el brusco movimento de Jacob al volver al colchón no despertó a la pequeña Renesmee, eso era bueno.

— Jake— lo llamó de manera suave.

— ¿Qué quieres?

— ¿No saldrás de ahí?

— ¿Ya estás vestido?

— Aún no.

— ¿Qué esperas a hacerlo?

— ¿Te molesta que esté semidesnudo?— no recibió respuesta, pero el silencio le confirmó la pregunta—. Yo te he visto semidesnudo en varias ocasiones, no veo el problema de que tú hagas lo mismo.

— Eso es diferente— reprochó Jacob mientras salía de su escondite.

Tan pronto como salió los nervios lo atacaron, frente a él estaba el pecho desnudo de Edward, automáticamente levantó la mirada encontrándose con el rostro del vampiro que lo miraba de forma burlona.

— ¿No te gusta lo que ves?— preguntó Edward sin un poco de vergüenza. Ante la clara burla Jacob le lanzó una almohada a la cara mientras le gritaba que se vistiera de una vez.

Aún burlándose Edward obedeció a las palabras dichas por su pareja. Ya eran pareja ¿no?
Esa duda hizo detener su búsqueda por ropa para mirar hacia el metamorfo. Era obvio que la noche anterior aclararon los sentimientos que tenían uno por el otro pero jamás decidieron que serían pareja de ahora en adelante.

Edward se dió un golpe mental al notar que había olvidado lo más importante. ¿Ahora que haría? Su oportunidad ya había sido dada, se suponía que dejaría todo claro y también le pediría a Jacob que estuvieran juntos por la eternidad, pero el momento había hecho que se olvidará de lo último.

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