—Un premio de cuarenta mil bahts es mucho, ¿verdad? Increíble —Love golpeó con su dedo los números en negrita del cartel impreso que se encontraba encima. Imprimieron dos pilas altas y las cargaron en la parte trasera del BMW de Love.
Fourth había recuperado su teléfono esta mañana pero tuvo que entregar las llaves de su auto. Su padre no lo estaba encerrando explícitamente, todavía se le permitía salir de la casa, pero más o menos sí lo estaba.
—Mhm —tarareó Fourth, dejando que sus ojos viajaran con indiferencia sobre la fuente de letra roja intensa en la parte superior del póster. Batalla de Bandas de Bangkok.
Love deslizó su mano en la de él, que colgaba inerte entre ellos.
—Ahora —dijo, saltando arriba y abajo sobre las puntas de sus pies—. ¿Batidos?
—Claro —murmuró Fourth. Se sentía como si estuviera existiendo en una burbuja llena de algodón; todo tomaba mucho más tiempo para llegar a él y no importa qué tan alto intentara hablar, no podía reunir más que un murmullo sordo.
Había pasado todo el día pensando en cómo enviarle un mensaje a Gemini. Su teléfono se había iluminado con el mensaje "estoy en casa" inmediatamente después de que lo volviera a encender esta mañana. Amargamente, Fourth deseó que hubiera más, sólo un mensaje más para asumir si Gemini estaba enojado con él por romper su promesa o no.
Con Love en el asiento del conductor junto a él, Fourth escribió, lo siento. Esperó, con el teclado todavía en la pantalla. Realmente debería explicarlo todo. Excepto que entonces Love comenzó a hablar a su lado y Fourth tuvo que apartar los ojos de la pantalla para al menos intentar concentrarse en la conversación.
Su pantalla se apagó por la inactividad.
***
Los batidos resultaron deliciosos. Excepto que Fourth en realidad no probó nada. Todo se sentía mal, la cara cafetería en la que se sentaba en sillas incómodas pero elegantes sin tapizado, y faltaban las papas fritas.
Love le estaba contando sobre algún tipo de drama que ocurría en su escuela de ballet en el camino a casa. Ella tomó su mano, sus dedos entrelazados con los de él en la consola central entre ellos. Fourth tenía su teléfono en su regazo, jugueteando tanto con él que casi se resbaló de su muslo y quedó entre los asientos del auto.
—Y luego le digo, ya sabes–
Fourth apretó su mandíbula para evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas. Se sintió absolutamente horrible. Quería explicarle todo a Gemini, pero sentía que ninguna explicación sería suficiente por el hecho de que no podía defenderlo. Deseaba que hubiera una salida, pero la única salida estaba sentada a su lado y poco a poco estaba perdiendo la sonrisa en su rostro, y Fourth se dio cuenta de que realmente, realmente no quería esto.
Love pisó el freno al costado del camino de entrada a su casa. ¿Realmente ya estaban aquí?
Su teléfono vibró y se iluminó con un nuevo mensaje de texto.
Fourth apartó su mano de la de Love. Miró hacia abajo.
gem <3
está bienFourth se mordió el labio.
Fourth
papá tomó mi teléfonoEl mensaje se marcó como leído inmediatamente.
Fourth esperó.
No llegó nada.
De repente, su teléfono se le escapó de las manos, dejando sus dedos aferrados a la nada. Love se reclinó en su asiento de cuero, sonriendo maliciosamente con el teléfono de Fourth en la mano. La pantalla se había vuelto negra y Fourth podía ver su propio reflejo en ella, el rostro pesado y en blanco que había tenido todo el día transformándose en uno de shock.
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plutón | geminifourth
FanfictionFourth Nattawat tiene su vida resuelta. Hay un plan simple a seguir, un camino garantizado hacia una vida plena: graduarse de la escuela secundaria. Voluntariado. Ingresar a la universidad más prestigiosa que se pueda imaginar. Ir a la iglesia. Nunc...