Chan y Maliah han sido mejores amigos por años. Pero ella ha estado enamorada de Chan durante un tiempo. Ahora se encuentran en una situación en la que deberán apoyarse mutuamente.
Cuatro meses transcurrieron tras el inicio de un nuevo año. Con los altos y bajos del trabajo y la vida.
Si bien Luke no se volvió aparecer por su lugar, no quiso correr el riesgo. Tal como dijo su amigo, la ayudó a encontrar un nuevo lugar. Este se encontraba un poco más cerca del trabajo, y aunque era un poco más grande al anterior. El espacio no fue lo suficiente para poder tener su espacio de baile.
Un sueño que tenía así que cuando lo comentó a Chris, este propuso que la ayudaría a encontrar un lugar para ella. A lo que se negó, ya se sentía bastante agradecida y en deuda con él y los chicos.
Desde que pasó lo de Luke ellos siempre la animaban, no dejaban que estuviera sola. Incluso tras sus ensayos se encargaban de velar por ella, o la acompañaban para almorzar. Chan en especial, si ya desde antes era protector con ella, ahora lo era más.
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Solía escribirle en sus espacios libres incluso cuando estaba fuera del país. Sabía que dejarla sola le preocupaba, una de las razones por la que le dijo que pasaría el día con Len.
Ya que ese día su amiga regresaba de su país natal. Tuvo unas largas vacaciones familiares, que la obligaron a estar allá. Por eso la esperaba con ansias para ponerse al día.
Cuando escuchó el timbre y la vio a traves del comunicador, se alegró mucho. En cuanto abrió recibió un abrazo de su parte.
—¿Te cortaste el cabello? —observó con sorpresa a su amiga viendo su cabello sobre el ras de sus hombros.
—Solo un poco, necesitaba un cambio además que el calor estaba terrible.
—Estas guapísima Len, pasa. —recorrió el lugar con la mirada.
—Vaya, el lugar esta precioso.
—Intenté que tuviera un poco mi toque a pesar del espacio —El sonido del timbre en su puerta de nuevo la tomó por sorpresa que dio un pequeño brinco en su lugar.
