Onigiris para ti (pt. 2)

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La siguiente vez que volvió a visitar el restaurante fue en uno de sus turnos vespertinos durante su patrullaje. Él y su compañero llevaban un par de horas rondando por su sector asignado, se acercaba el fin de su jornada y a decir verdad estaban bastante hambrientos. Se le ocurrió que podían ir y pedir algo para llevar de ese lugar que visitó junto con Luffy, había comido de maravilla y daba la casualidad de que no quedaba muy lejos de donde estaban, no tenía nada que ver con una excusa creíble para poder volver a aquel lugar y ver al muchacho de las cejas rizadas, para nada.

— Yo me bajo, ¿que pido para ti? — el muchacho que iba conduciendo se estacionó frente al lugar.

— Conozco a alguien que trabaja aquí, quizá logre hacer que nos atiendan más rápido — se apresuró a decir el peliverde.

— Que raro, nunca quieres bajarte — reflexionó unos segundos antes de girarse hacia Zoro con una sonrisa traviesa — ¿no será que estas buscando a alguien aquí? Incluso fuiste algo insistente en venir a este lugar específicamente.

— No seas idiota, Johnny, ya te dije que la comida de aquí está bien, eso es todo.

— Ajá, lo que digas, hermano... hazle ojitos a quien sea que vinieras a ver, quizá hasta te ganes un descuento.

Bajó de la patrulla y azoto la puerta, no quería escuchar más tonterías de su compañero. Escuchó su escandalosa risa amortiguada mientras se alejaba. Que ganas de un cambio de compañero. Aunque no lo pensaba en serio, realmente lo apreciaba bastante, aunque nunca se lo diría.

Al entrar al local paseó su mirada vagamente, parecía más relajado que la última vez que fue, quizá fuese por el día.

— Bienvenido, ¿puedo ayudarlo en algo? — lo recibió una bonita chica de cabello azul, la misma mesera que había visto la última vez, su gafete tenía el nombre de Vivi escrito.

A pesar de que la chica se había acercado a él tan servicial como se esperaría, se percató que lo veía con una mirada levemente curiosa. Cayó en cuenta que había llegado en una patrulla de policía e iba con su uniforme, si su plan era ser discreto pues le había salido terriblemente mal la jugada.

— Uh, solo quiero pedir algo para llevar.

La expresión de Vivi cambió inmediatamente a su sonrisa habitual.

— Claro, tome asiento en la barra, el chef lo atenderá en seguida.

Comenzó con pasos firmes y seguros, pero conforme se iba acercando se sentía más nervioso. Se desconocía totalmente, es decir, no era la primera vez que alguien le llamaba la atención, ¿entonces por qué carajo se sentía como un nene experimentando emociones por primera vez?

Que vergonzoso.

— Vaya, adiós misterio — Sanji sonrió en su dirección en cuanto lo tuvo cerca — creí que eras bombero, al igual que Luffy y su hermano, aunque realmente no tenías pintas de serlo.

— ¿Y cuál habría sido tu segunda opción?

— Un matón — su sonrisa se tornó algo burlona — aunque policía también te queda bastante bien.

Zoro no pudo evitar soltar una suave risa. Sorpresivamente, conforme hablaba con el rubio se sentía más tranquilo.

— Uhm, ¿solo sonríes cuando traes tu uniforme? Te queda bien — recargó su mejilla en su mano — bueno, chico verde — ¿chico verde? —no creo que hayas venido a presumirme que eres policía, ¿o sí? ¿Qué vas a querer?

— Fideos de los que le diste a Luffy la última vez, seguro eso le gustará a Johnny y para mi onigiris.

— No es costumbre tuya mirar el menú, ¿verdad? La vez pasada tampoco lo hiciste.

Balada de Cigarros y Espadas [ZoSan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora